Jugadores que se las ingenian con otras pegas y que entrenan online, aunque nada los obliga. Lota Schwager es uno de los pocos que no abandonó a su plantel 2020.
“Acá no hay contratos, seguro de desempleo ni nada. Solo un compromiso ético por parte de ambas partes y eso no en todos lados se respeta. Esto es muy distinto al profesionalismo”, cuenta Edgardo Abdala, técnico de Cabrero. Ellos estaban listos para enfrentar este año el torneo de Tercera B, pero el coronavirus los dejó encerrados y llenos de dudas. Similar situación vive Lota Schwager, que este año iba por el ascenso a Segunda, pero ni siquiera sabe cómo se jugará el campeonato… Si es que se juega.
Sebastián Butrón fue una de las figuras de la “Lamparita” 2019 y detalló que “nosotros somos afortunados porque club siempre ha estado presente, aunque hablando con compañeros de otros equipos sé que no es lo normal. Nos pagaron el 80 por ciento del último mes que entrenamos y ahora estamos cobrando la mitad, acuerdo al que llegamos con los dirigentes de Lota. Eso te da una tranquilidad. Igual hay una par de compañeros, al menos, que trabajan en otras cosas, por su cuenta”. Generalmente, se trata de Uber y ventas por internet. Mucho de creatividad.
El “Seba” precisó que “acá el entrenador (Cristián Gómez) y el preparador físico nos envían pautas diarias, aunque no estamos conectados ni monitoreados por Zoom. Cada uno trabaja a conciencia y también sentimos un compromiso hacia el club. Sabemos que al regreso, el torneo durará tres meses o algo así, será corto y habrá que jugarse la vida en poco tiempo. El mejor preparado gana”.
También habrá un beneficio para colabrorar con la institución minera. “Este mes se hará una Lotatón, para ayudar a que el club siga cumpliendo sus compromisos. Hace una semana parecía que volveríamos pronto a los entrenamientos, pero con el aumento de contagios que pasó en Santiago igual nos preocupamos mucho, no sabemos cuáles serán los plazos ahora y lo primero es la salud de todos”, advirtió.
El “Turco” Abdala detalla que “en Cabrero nos ayudaron a todos con cincuenta mil pesos. Claro que suena a poco y uno quisiera mucho más, pero se agradece porque te insisto, es un gesto donde no existe ningún compromiso legal. Como sea, nosotros acá entrenamos igual que cualquier club profesional. Son las mismas pautas: en la mañana piernas y tren superior, en la tarde trabajos anaeróbicos”.
Y aunque el grupo son muchachos jóvenes y uno pensaría que la mayoría vive con sus papás, sin muchos problemas, no siempre es así. “Tengo un chico que es de Punta Arenas y le han suspendido el viaje tres veces. Estando acá tiene que arreglárselas económicamente y no es fácil. Otro chico, Matías Segura, fue papá hace poco, así que tiene otras responsabilidades y está buscando trabajo hace un tiempo. Bueno, ahora con el encierro es más difícil encontrar, uno lo de las pegas está difícil”, señaló.
¿Y qué pasará con el torneo? Abdala comentó que “estamos en contacto permanente con Santiago, hemos sido bien catetes y, aunque no hay nada formal, lo más seguro es que el torneo sea corto, que se juegue en zonas Norte, Centro y Sur y suban los tres campeones. Todos está pensado sin público y los mismos protocolos que el fútbol profesional. Mi hijo juega en Coquimbo y viajó hace poco porque ya tienen que volver alas prácticas y piensan que el campeonato retornaría en julio. Ojalá que sí. Iba todo bien, hay comunas que se estabilizaron, pero lo de Santiago fue un golpe fuerte. El Gobierno ha dado mensajes poco claros y eso genera este tipo de reacciones de la gente”.