Fue profesor de David Arellano y pionero en Educación Física y fútbol de Chile, además del primer entrenador albo. No sólo eso, “Papá” Vera creó el “Ceacheí” y estuvo en el primer triunfo de la selección chilena.
Cuenta la biografía oficial de David Arellano, máximo ídolo en la historia de Colo Colo, que tras regresar de Arica ingresó a la Escuela Normal de Santiago, donde mostró “gran afición por los deportes, llegando a formar un club y siendo capitán de la escuela entre 1917 y 1919, seleccionado de la Asociación Escolar y contando con el apoyo de Marco Antonio Vera, uno de los primeros profesores especializados en Educación Física y fútbol”.
En una época en la que el deporte era amateur, el mencionado “Papá” Vera era persona clave en la escena criolla, aunque con el paso de los años desapareció de los libros y estadísticas, al punto que su nombre hoy poco dice al imaginario colectivo.
Nacido en Lebu, debe ser por lejos, la figura en las sombras más relevante no sólo en la institución alba, sino que de el deporte chileno. Basta señalar que creó el famoso “Ceacheí”, grito reconocido mundialmente para alentar a los atletas nacionales, y que fue parte del proceso de la selección chilena de fútbol que consiguió el primer triunfo de su historia.
El primer acercamiento al vínculo entre Marco Antonio Vera y Colo Colo lo entrega su nieto, el reconocido técnico de halterofilia Daniel Camousseigt Vera.
“Mi abuelo era profesor normalista y como tal hizo clases en la Escuela Superior José Abelardo Núñez, donde conoció a David Arellano, que fue su alumno y se hizo cercano a él y sus hermanos. Según nos contaba, en este contexto participó en la ya legendaria reunión en el Bar Quitapenas de Santiago donde se cimentó la creación de Colo Colo”, detalla.
“Es más, decía que fue su primer entrenador, de lo cual tengo como único respaldo un antiguo carné del club. No hay otra prueba que avale todo esto, sólo lo que recuerdo de las conversaciones con mi abuelo. Sí tengo claro en la memoria cuando, siendo niño con mi hermano, nos llevaba al estadio y entrábamos a camarines, ahí conocí a figuras como Jorge Robledo”, añade.
Según Camousseigt, su abuelo era todo un personaje. “Recuerdo que todos lo conocían, nos llevaba a los espectáculos de atletismo y la gente lo llamaba ‘Papá’ Vera. Nos contaba que incluso dirigió a la selección chilena de fútbol en 1926 y que fue a los Juegos Olímpicos de Londres 1948 vestido de huaso; de eso sí hay foto de diario. Y cuando falleció, en 1972, el periodista Rosauro Salas le hizo una columna en Las Últimas Noticias titulada “Papá Vera”. Así de reconocido era”.
Efectivamente, encontrar reseñas concretas de Marco Antonio Vera es una tarea casi imposible. Sin embargo, es el historiador, Sebastián Salinas, autor del libro “Por Empuje y Coraje, los albos en la época amateur, 1925- 1933 (Cedep, 2004), quien entrega datos hasta ahora desconocidos del lebulense, que lo sitúan en la historia grande del deporte nacional.
“Vera fue uno de los primeros profesores chilenos especializados en Educación Física, porque los que habían en Chile siempre fueron extranjeros, alemanes y otros. Hablamos de una persona fundamental, maestro de David Arellano cuando este estudiaba para ser profesor normalista a finales de la década del ‘10. Después que muere en Valladolid, el primer libro sobre Colo Colo lo escribe su hermano Alberto, que lo titula ‘David Arellano El Deportista Mártir’, publicándolo como homenaje en 1929 cuando son repatriados los restos del ex jugador desde España”, parte diciendo.
“El libro tiene un montón de testimonios, entre ellos, el de Marco Antonio Vera, quien rememoraba que Arellano era el primer alumno que llegaba con cuaderno cuando él explicaba los ejercicios y que tras el entrenamiento le preguntaba para qué servían. Vera lo conocía bien, con el tiempo se hizo cercano y se convirtió en la primera persona en dirigir los entrenamientos físicos de Colo Colo, que fue el club que instauró las prácticas obligatorias ya que en esa época los equipos se juntaban el domingo a jugar y listo. De la pseudo táctica (porque no era mucha) se encargaba David Arellano, pero lo demás lo hacía Vera y quizás por eso haya sido el primer entrenador albo, ya que hasta la década del ‘30 no existía la figura del entrenador que tenemos hoy, sino más parecido a un preparador físico, ya que era el capitán o los dirigentes quienes dictaban la forma de juego”, dice.
En ese sentido, Salinas da otro notable dato. “Por eso, Vera fue también el encargado de la preparación física de la selección nacional que, en el Sudamericano de 1926, logró los dos primeros triunfos de su historia, desde su debut en 1910, y que casi le gana a Argentina, que le empató a última hora tras la fractura a un jugador chileno”.
Pero no sólo eso, porque según el magister en Historia de la U. de Chile, “Papá Vera” trasciende lo futbolístico para situarse como el verdadero creador del mundialmente célebre “Ceacheí”.
“Cuando hice mi libro revisé los principales diarios de Santiago de 1925 a 1933, y cada vez que hablan de Vera lo hacen como referente siendo importante no solo para Colo Colo, sino que para clubes como Magallanes, Santiago Morning, del que fue su primer director técnico y para la U. de Chile, a quien ayudó en su formación como club deportivo. Más aún, fue el creador del ‘Ceacheí’ durante el Sudamericano de Atletismo de 1927 en Santiago, como respuesta a los cánticos que trajeron los argentinos para apoyar a sus deportistas. Cuenta la revista de la época ‘Los Sports’ que un día Vera llegó con papelitos escritos que repartió en la galería y que tenían anotado el grito, para así apoyar al corredor Manuel Plaza; así nació ese clásico”, sentencia.