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El mítico 7-5 de Lota sobre Deportes Concepción: partidazo de 1967 a estadio lleno

Félix Farfán, ex fiero defensa morado, rememora el poker de Petric, el codazo al “León” de Collao y la remontada minera que todavía no puede explicarse.

Por: Paulo Inostroza 20 de Abril 2020
Fotografía: Archivo

“Es curioso que después de tantos años todavía se hable de ese partido. Es que fue maravilloso: una guerra de goles y el estadio estaba hermoso. No cabía un alma más”, recuerda Félix Farfán. El defensor, de 75 años, estuvo en ese 7-5 de Lota Schwager sobre Deportes Concepción del que tanto se dice y tanto mito hay a su alrededor. Fue un domingo 11 de junio, ante 35.580 personas en Collao. Se jugaba la sexta fecha por el ascenso.

Farfán, actualmente en Coliumo, cuenta que “Lota llevaba mucha gente y, por eso, se empezó a hablar de un clásico. Es que después de ese 7-5 todos querían que chocáramos de nuevo. Nosotros teníamos un equipazo, que fue campeón ese año, y ellos tenían lo suyo. Íbamos ganando fácil, pero nos remontaron bien. No sé qué nos pasó. Nos dimos duro ese día”.

Ese día debutó el argentino Mario Petric. “Hizo cuatro goles, era bueno, escurridizo. No sé qué pasó con él”. Hay rumores que hablan incluso de problemas con la ley. Había jugado en Wanderers y, luego, desapareció del mapa. El conocido comunicador Hernán Vidal narró que “yo tenía 7 años y recuerdo la caravana desde Camilo Olavarría, unas 10 mil personas. En San Pedro, la gente del Conce ya nos gritaba que Lota se iba a comer tres goles. En esos tiempos también había violencia entre hinchas, como en los Lota con Ñublense, pero no pasaba eso con Concepción”.

Goles para lado y lado

El local formó con Werlinger; Farfán, Peña, Zambrano, Pinochet; Mohor, Coll, Moraga; Pérez, Acuña y Petric. Lota dispuso a Melani; Quiroga, Cejas, Azócar, Holz; Páez, Sepúlveda, Fuentes; Inostroza, Cabrera y Eriz. Plantelazos.

Y los lilas tomaron la delantera marchándose 4-2 arriba al descanso. Petric ya llevaba tres y René Pérez uno. Del otro lado, Ricardo Cabrera marcaba doblete. El delantero sería clave también por otro incidente. Farfán apunta que “ese era un hueso duro arriba. Todos pegábamos harto. A mí me enseñaron de chico que antes de los diez minutos hay que rayar la cancha. Si te tienen para el leseo no te van a soltar más, así que hay que atrincar al rival de entradita”.

En esos forcejeos, Cabrera le metió un codazo a Haroldo Peña y en un momento ya hubo que sacar al defensor en camilla. El “León” no quería salir, pero Isaac Carrasco lo reemplazó metiendo a Stuardo.

Ahí se dio vuelta la tortilla”, advierte Farfán. También fue clave el ingreso de Víctor Manuel González, el “Arma Secreta”. Vidal explica que “una vez hablé con él, porque recuerdo que hacía gestos al técnico (Hernán Gárate) y me contó que le dijo: ‘¿acaso querís perder que no me vai a poner?’ Y que le tiró unas cuantas chuchás”. Los goles llegaron por cuenta de “Gonzalito”, dos de “Totocha” Inostroza y los tantos de Héctor Fuentes y Sepúlveda. El 4-5 se transformó en inolvidable 7-5.

Farfán recuerda que “había hasta sillas en la cancha para meter más gente. Ese era el fútbol de antes, nos matábamos a goles y la gente iba a disfrutar”. Ganó Lota, pero triunfó el fútbol. Ese hermoso, ese que ya casi no se ve.

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