Está en Santiago, junto a su pareja, la también ciclista Paola Muñoz. Ambos comparten rutinas por redes sociales para ayudar a la ciudadanía a mantenerse físicamente y hace un llamado: “muchos aún no toman conciencia de lo que estamos viviendo”.
“Mi familia vive en San Pedro. Mi hermanos Víctor y Tania, mi madre de más de 80 y mi papá de 78. Todos los días los llamo para recordarles que al levantarse las cuarentenas, no es que se pueda hacer todo normal, chipe libre”, comenta Gonzalo Garrido. El experimentado ciclista local está en Santiago, junto a su pareja, la también ciclista Paola Muñoz y su pequeña hija Amanda, de dos meses.
“Estamos convencidos que el deporte le hace bien a todo el mundo y en las redes sociales, tanto de Sparta como las propias, haciendo clases de ciclismo los días lunes, miércoles y viernes, de 9 a 10 horas, y de preparación física también, de forma gratuita y para todos, de 10:30 a 11:30 horas. Intentamos enseñarle a la gente que hay maneras de entrenar al interior del hogar y mostramos lo que hemos aprendido en tantos años de alto rendimiento. Y hemos incorporado a los niños”, dijo.
Al respecto, agregó que “se conectan muchas personas y la idea no es sólo cuidarnos nosotros, sino que a quienes nos rodean y su entorno. Para cada uno, sería muy duro tener en la conciencia que pudiste haber afectado a alguien. Muchos dicen ‘no pasa nada, si salgo a correr solo’, pero nunca se sabe qué puede pasar en el camino y pueden contagiar a un familiar”.
De su actualidad deportiva, indicó que “tengo 46 años, Paola cumple 34, y optamos por dedicarle tiempo a la familia. Hace dos meses tuvimos a Amanda, nuestra hija. Aparte, todo está cancelado, sin competencias. Estábamos entrenando como siempre, pero enfocados en otra etapa. Nunca dejamos de entrenar sí, es nuestra vida”.
En ese sentido, destacó que “hoy lo más importante para todos sería salir vivos de esto. Mucha gente aun no toma conciencia. Vemos noticias y es como que le pasara a otras personas, andan igual en la calle, esperan que abran los mall. Como sociedad, somos un poco egoístas y no nos estamos dando cuenta de la gravedad. Parece que fuera una película, algo que ocurre sólo fuera del país. Cuando llegue el invierno, es muy probable que todos tengamos a alguien de nuestro círculo cercano que se va a enfermar y lo va a pasar mal”.
Garrido agregó que “somos muy reactivos y estamos esperando hasta que nos pase… En los entrenamientos que hacemos, una pregunta recurrente es si se puede entrenar en ayuno. Les decimos que no, que eso baja las defensas y se pueden enfermar. Y te dicen ‘es que quiero verme bien’. Hoy, el deporte no es para eso, sino para estar más saludable. La competencia, el sueño deportivo se mantiene, pero no sabemos cuándo llegará”.
Igualmente, destacó que “todos saldremos más pobres o perjudicados. Hemos visto lo que pasó en Europa o Estados Unidos, hay aprender de esas experiencias. No hay marcha atrás a un aprendizaje por error”.