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Dimayor 1998: La estrella que cerró una etapa de oro en el básquetbol UdeC

El elenco que dirigía Cipriano Núñez coronó un ciclo brillante al quedarse con su tercer campeonato en cuatro años. Y en esta ocasión, lo hizo sin perder un solo partido en semis y en la final.

Por: Ricardo Cárcamo 15 de Abril 2020
Fotografía: CD UdeC

Ese equipo era una máquina. Jugaba de memoria, y ganó con mucha propiedad ese título”. Así recuerda Cipriano Núñez, técnico en ese momento y también ahora de la UdeC, el campeonato que el Campanil obtuvo en la Dimayor 1998.

El conjunto auricielo defendía la corona esa campaña, y buscaba su tercer éxito en cuatro años. “En 1997, empezamos a consolidar muchos temas tácticos que veníamos manejando. Esa fue mi gran lucha en su momento: mezclar lo bien que corríamos la cancha con corregir vacíos que teníamos en algunas situaciones de juego”, comentó Núñez.

El plantel esa temporada estuvo integrado por Roland Fritsch, Patricio Briones, Marcelo Ruiz, Ricardo Funke, Rodrigo Zúñiga, José Luis Campos, Jorge Valencia, Kerry Blackshear, Ricardo Krakoviak, Xavier Mimica, Rodrigo Rosas, Eric Brown, Andrés Salas, Carlos Ahuile y Roberto Subiabre.

En la fase regular, la UdeC terminó primera, con marca de 10-4. Y en playoffs, su recorrido fue demoledor: la primera ronda fue la más estrecha, cuando venció 3-2 a U. Católica, pero luego vapuleó a Valdivia en semis por 3-0 y a Llanquihue en la final por 4-0. Como en sus dos títulos anteriores, la vuelta olímpica fue en casa ajena.

“Ese año el equipo era muy sólido, potente. Alcanzamos el pick. Cuando queríamos hacer algo en la cancha, lo hacíamos, resultaba. Ganábamos muy bien los partidos, y teníamos una mecánica importante. Eso se demostró, por ejemplo, en el torneo Encestando una Sonrisa, donde el primer partido nos tocó con un equipo español, de la Liga ABC, con un plantel potente, y les ganamos. Al final, ganamos la Dimayor con mucha autoridad”, dijo Núñez.

Sin mirar

Al respecto, el entrenador añadió que “era un elenco que jugaba de memoria, con mucha calidad en todos los puestos y gran dominio de todas las facetas del juego. Ya no solo corríamos, jugábamos los sistemas fluidamente. Esa complicidad que existe entre los jugadores que se conocen, que se entienden sin hablar, con gestos”.

Por todo lo vivido, también se tomó como el cierre de una gran etapa. “El proceso venía del ‘94. Después vinieron cambios, empezó una baja en temas económicos. Es difícil mantenerte tanto tiempo en el éxito, y si analizas el resto de los equipos que se destacaron les pasó lo mismo: Petrox, Colo Colo, Católica, Llanquihue, Osorno… Es un proceso desgastante, pues hay que conseguir refuerzos, ajustar presupuestos, generar recursos, competir en tornos de forma simultánea, porque nos tocó participar en la Liga Sudamericana. Eso cansa, pero esto se visualizó, liderado por autoridades universitarias muy inteligentes, y dio frutos. Fue muy bien pensado”, cerró Núñez.

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