Jugaba en China y la pandemia lo obligó a quedarse en Chile, pero mientras allá se levantan, el volante tiene interrumpida su carrera. “Acá no le hemos tomado el peso al tema”, lamentó el ex Naval.
Más allá del normal enredo con el idioma y las costumbres de otro país, la vida de Mauricio Martínez en China iba viento en popa.
El volante ex Naval llevaba dos brillantes temporadas en el fútbol chino, primero con la camiseta del Guizhou Fengyun y el año pasado en el Guiyang Hongrun, pero hoy su carrera futbolística tuvo un brusco freno. “Ha sido bien complicado para mí todo esto. Pareciera ser que el virus me tiene mala y sigue para todos lados. Me estaba yendo bien allá y tenía gran ilusión en seguir escalando, pero ocurre todo esto”, dijo Martínez.
Con 25 años, el volante vino de vacaciones a Chile y cuando iba a tomar el avión a fines de enero, le dijeron que cancelara el vuelo por el virus que azotaba China. “Tuve posibilidades para quedarme en Chile en mejores equipos de otras divisiones, pero mi ilusión era volver a China. Después ya fue tarde, no pude retornar y fiché por Provincial Ranco”, comentó, agregando que “me abrieron las puertas, pero el fútbol está suspendido y quedé sin pan ni pedazo. Estoy parado sin jugar en ningún lado, sólo encerrado en la casa”.
De a poco los asiáticos van retomando una vida lo más normal posible, tras ser el primer foco de infecciones en el mundo. Martínez afirmó que “desde allá me contaban que la única manera de superar esto, era estando encerrados todos en la casa. Converso harto con mi DT español que se quedó allá y sólo quiere que vuelva, pero el país no permite extranjeros ahora. Igual di mi palabra en Ranco, ya que encontré un muy buen grupo, pero no sé cuando todo esto terminará”.
El volante añadió que “acá en Chile deberíamos hacer una cuarentena absoluta. Es mejor estar encerrados por un par de semanas, en vez de ir cerrando de a poco y por sectores. ¿De qué sirve que un niño se quede en la casa con su mamá, si el papá tiene que salir igual a trabajar? Se contagia él y todos pueden enfermarse. Veíamos muy lejano el virus, decíamos que estaba en China y nunca iba a llegar acá. En Chile no se le ha tomado el peso al virus, en cambio allá era mucho más difícil conseguir permiso para salir y te multaban si te pillaban en la calle o si andabas sin mascarilla”.
Pese a la inestabilidad que le generó el coronavirus, Mauricio Martínez comentó que “soy súper positivo y me gusta ver lo bueno de las cosas. No soy de achacarme, por lo que estoy compartiendo con mi familia tras dos años en los que estuve muy lejos. Pese a todo lo malo, aprovecho al máximo con ellos”.
Finalmente y tomando en cuenta las dos temporadas que vivió en China, Mauricio describió su experiencia en cuanto a la alimentación muy exótica existente en Asia. “Uf, allá vi de todo. Cuando iba al mercado me tocó ver perros, sapos vivos, culebras y todo lo que puedas pensar. Pero en mi caso, preferí llamar a mi mamá y aprendí a cocinar. Un par de veces igual tuve que probar otras cosas, pero sólo me dedicaba a comerlas calladito sin que me dijeran lo que era, porque después me salían con sorpresas”, cerró el volante de 25 años.