La dura realidad de la Segunda División tiene a entrenadores y jugadores buscando alternativas económicas de cara a un futuro incierto. Aguayo, defensa de Colchagua, compite en una categoría que hoy más que nunca está en total abandono.
Desde su creación en 2011, la Segunda División ha sido una categoría que de profesional sólo tiene el nombre. Sin el ingreso monetario del CDF, varios clubes han tenido más de un problema económico para cancelar sueldos a fin de mes a sus trabajadores.
Por lo mismo, y mientras los equipos de Primera División y Primera B buscan fórmulas de pago refugiándose en el seguro de cesantía, cientos de futbolistas en Segunda ya se preparan para un año que les será muy duro.
“Para jugar en esta categoría, debes luchar. Es puro sacrificio, por lo que he hecho un par de cositas para moverme, aparte de los entrenamientos que hemos tenido desde la casa. Como se viene la Pascua, ando repartiendo huevitos para generar algo de lucas por si, en una de esas, se suspende el campeonato”, confesó el defensa de Colchagua, Gustavo Aguayo.
El ex Iberia agregó que “me ha ido bien con la venta, estoy en Los Ángeles y reparto en Mulchén. La gente no está saliendo a comprar huevitos en estos días, así que tengo hartos. He tomado precauciones, saliendo con mascarillas, guantes y todo. Igual en mi club nos han respondido bien con lo económico, pero esto tiene para rato y nadie sabe lo que va a pasar”.
En Segunda el torneo no alcanzó a partir y algunos contratos no fueron ingresados a tiempo en la Anfp. El delantero de Iberia, Arnaldo Castillo, comentó al respecto que “sólo tengo acuerdo de palabra acá. Se han portado bien conmigo, eso sí, pero la incertidumbre es muy grande. Vivo en una pensión y desde acá le mando plata a mi papá a Ciudad del Este, para que deje de trabajar y no se contagie. En Europa han rebajado los sueldos, pero allá todos son millonarios y acá en la ‘B’ con suerte ganas unas 800 lucas. La dirigencia ha sido muy profesional eso sí, por ese lado estoy tranquilo”.
Una de las alternativas que se barajó durante los últimos meses, antes de la pandemia, fue el aporte de un mínimo porcentaje de los ingresos del CDF a Segunda División. ¿Se podrá llevar a cabo ahora? ¿Habrá clubes de Primera dispuestos a aportar dinero a esta abandonada categoría?
El DT de Independiente de Cauquenes, Luis Musrri, dijo que “no sé cuáles son las políticas de los clubes que son dueños de la Anfp, pero ven sólo su bolsillo y metro cuadrado. Aunque seamos la más baja división, debería existir un poco de apoyo. Acá pasa lo mismo que en la película ‘El Hoyo’, donde los de arriba no dejan comer a los de abajo. A esta categoría le falta mucho”.