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Massú y González, héroes en La Tortuga: 25 días después de los oros olímpicos

Venían de ganar la final de dobles ante los alemanes y llegaron a Talcahuano en calidad de leyendas. Ganó el “Vampiro”, pero la ovación fue para ambos.

Por: Paulo Inostroza 30 de Marzo 2020
Fotografía: Archivo Grupo Copesa

Todos querían verlos, aplaudirlos. Quien sabe si pillarlos por ahí, colarse y sacarse una foto con ellos. Nicolás Massú y Fernando González habían logrado las primeras medallas de oro en la historia del deporte chileno y se transformaban así en leyendas vivas. Tras la hazaña olímpica en Atenas, viajaron a Estados Unidos para jugar el Us Open y, a fines de septiembre, debían disputar la Copa Davis con Japón. Por eso, fue sorpresa cuando un martes 24, a sólo tres días de la gran gesta, el papá del “Bombardero” anunció que la dupla dorada jugaría un partido de exhibición y se haría en Talcahuano.

Las entradas comenzaron a agotarse rápidamente, una compañía de teléfonos auspició el evento y el papá del “Feña” expresaba entonces que “todos les transmitimos nuestro apoyo desde la casa, por televisión. Ahora, ellos quieren sentirlo de verdad, de más cerca”. En ese tiempo, Massú era Top Ten, metiéndose en el puesto 9 del mundo, mientras que González se situaba en el lugar 21 del ranking. Se instaló una carpeta en el gimnasio de La Tortuga y el duelo quedó fijado para el 14 de septiembre las 22 horas, aunque no partiría con puntualidad.

Archivo Grupo Copesa

Entre amigos

Desde luego, el ganador era lo de menos y sería un partido de guante blanco. Las dos mejores raquetas chilenas del momento entraron saludando a todos los presentes, mucha gente al borde de la cancha y las fotos y autógrafos que se sucedían para lado y lado. Andrea Tessa fue la encargada de cantar el himno nacional a modo de apertura y luego hubo una serie de reconocimientos por parte del alcalde Leocán Portus, que se preparaba para las elecciones de octubre, donde habría polémico recuento de votos con Erick Vergara.

Hubo premios para el muy ovacionado entrenador, Horacio de la Peña, y su colega Patricio Rodríguez. También un enorme ramo de flores para la “Tía Sonia” y Patricia, la mamá de González. Luego, fueron a paletear, calentando y saludando a los presentes, y así el encuentro recién abrió sus fuegos media hora después de lo estipulado. Daba lo mismo, la gente quería verlos haciendo lo que fuera. A ellos se les perdona todo.

El viñamarino logró el primer punto del partido, con su saque. Por entonces, sólo se habían visto las caras enfrentándose tres veces en el profesionalismo. El 2000, con ambos muy jovencitos, Massú había ganado en San Luis de Potosí y González lo había derrotado de vuelta en la final de Orlando. Ese 2004, ya habían medido fuerzas en febrero, con nuevo triunfo para el “Bombardero”, en los cuartos de final del ATP de Viña del Mar.

Nada es imposible

El partido en Talcahuano no será recordado por su calidad técnica. No, esto fue mucho más que eso. Massú fue el primero en quebrar, exactamente en el octavo juego, tras una corta fallida de González, y se llevó la primera manga por 6-3. En el segundo set, el “Feña” deja en cero a Massú, con cuatro puntos de saque y el público enloquece. Una de las manos más duras del circuito mostraba sus cartas.

“Nico” saca por primera vez un punto de quiebre, empata 2-2 y rompe el saque en el juego siguiente. Así llegarían hasta un nuevo 6-3, con un último quiebre para cerrar la brega. Triunfo para el “Vampiro”, en un tiempo de una hora y 3 minutos, pero, sobre todo, alegría para todos los presentes. Volverían 15 años después, esta vez al Gimnasio de Concepción y el cariño se mantuvo intacto. Dos ídolos de siempre, dos ejemplos de lucha. Su brillo eterno también llegó hasta el Bío Bío.

Archivo Grupo Copesa

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