Fue el mejor elenco de la fase regular y en los playoffs. Y pese a que sufrió en la final ante la UC, pudo sobreponerse y consolidarse como el monarca del rugby chileno.
El 10 de noviembre de 2007, se concretó una de las grandes hazañas del deporte regional. Ese día, Los Troncos -uno de los equipos más representativos del rugby local- superó por 37-25 a Universidad Católica en la cancha del Stade Francais y se consagró campeón del Torneo Central de Arusa de Primera División.
La gesta, eso sí, no estuvo exenta de inconvenientes. Los madereros sufrieron bastante en el primer tiempo y se fueron al descanso con el marcador en 13-17. Sin embargo, los penquistas abordaron la situación con madurez en el entretiempo, hablaron los errores y lo que estaba en juego, y afrontaron la segunda etapa con mayor empuje y determinación.
“Aún recuerdo a las caras de nuestros compañeros cuando nos miramos en el círculo. Todos estábamos comprometidos y sabíamos lo que debíamos hacer. Todos queríamos derribar el mito del poderío de los equipos de Santiago versus los de regiones. También, entendíamos que ganarle a la Católica no era algo menor, pero que podíamos lograrlo y que sólo dependía de nosotros. Y así fue realmente como lo quisimos y lo conseguimos”, rememora Víctor “La Bestia” Escobar, segunda línea y capitán de Los Troncos en 2007.
En esa misma línea, el ex jugador recalca que “jugamos por nuestras familias y todas las cosas que dejamos de lado por este deporte. Jugamos por los que desde afuera nos apoyaron incondicionalmente, desde los más chicos o los que ya no jugaban en esa época. Por todos ellos dimos un extra para ser campeones. Nosotros fuimos los mejores de ese torneo y se notó”.
El Torneo Central de Arusa de la época convocó a 12 equipos. Entre abril y noviembre de 2007, se disputaron 22 de partidos en fase regular y una serie de playoffs, la que fue protagonizada por los 4 mejores de la temporada: Los Troncos, U. Católica, Old Mack’s y Old John’s.
Los madereros sobresalieron desde la primera fecha y no tuvieron problemas para asegurar el primer cupo en las semifinales con intachable registro de 18 victorias y sólo 4 derrotas (lo que se tradujo en un total de 70 puntos, considerando los 16 positivos por bonificación).
En la definición del primer finalista, se dio uno de los partidos más llamativos del rugby chileno: el clásico penquista entre Troncos y Old John’s. Pero los dirigidos por el argentino Juan Martín González venían inspirados y aseguraron la serie con dos victorias por 20-12 y 27-8 ante los leones rojos.
De esta manera, los forestales llegaron con envión anímico importante a la histórica definición ante los cruzados (un encuentro que logró reunir a más de 2.000 espectadores en la capital).
Sobre las características de la extraordinaria edición 2007 de los Troncos, Escobar destaca que “fue un equipo que tuvo de todo. Contamos con dirigentes afiatados, un cuerpo técnico de jerarquía, que tuvo la capacidad de sacar lo mejor de los jugadores y un plantel numeroso y comprometido con la causa. Fue un equipo con hambre, mucha hambre de querer ser campeón y ganar un lugar en la historia de nuestro rugby”.