Aunque el título llegó en 1995, todo comenzó poco más de un año atrás. “Estaba jugando en Temuco, era el capitán y fui campeón en 1993. En septiembre de ese año, fue a hablar allá conmigo don Sergio Quadri -presidente del básquetbol Dimayor UdeC-, y me dijo que estaban pensando en formar un nuevo elenco, con una base institucional, para 1994. Quería que volviera, que necesitaba de mi experiencia, a gente de casa. La verdad estaba bien en Temuco, en un equipo potente deportiva y económicamente, pero le dije que, si se daban las condiciones, regresaba, pues me gustó el proyecto”, cuenta Cipriano Núñez, actual técnico del Campanil y que volvió en ese momento como jugador para un proyecto que traería los resultados más exitosos de su historia para el elenco auricielo.

En 1994, la UdeC ya logró meterse a la final de la Dimayor, donde perdió por 4-2 frente a la Universidad de Temuco. Sin embargo, era el inicio de un proceso donde la unión entre la casa de estudios, el equipo y la comunidad universitaria y penquista en general traería muchos dividendos.

“En el plantel ya iba consolidándose un grupo de jugadores jóvenes, con mucho potencial, en el caso de ‘Popeye’ (Marcelo Ruiz), Roland (Fritsch). Estaba Patricio Arroyo igual, subiendo (Ricardo) Funke. Un equipo que también contaba con un nacionalizado, Harold Jones, y dos americanos fuertes como Eric Brown y Bernard Thompson. Este último era un jugadorazo, de mucha experiencia, fue NBA por varios años, con diferentes equipos. Era inteligente, dominador de la estrategia de juego, que le sacaba mucho provecho al conjunto, manejaba muy bien el balón. Eso, sumado a la potencia de Brown, la juventud de buena parte de los demás”, detalló Núñez.

El equipo lo dirigía Luis Pérez, quien tuvo como asistente en la primera parte de la campaña a Juan Morales, quien comentó que “me llamaron para que fuera asistente de ‘Lucho’, lo ayudé un poco, pero después me fui a Estados Unidos y al regreso habían sido campeones. Cuando me tocó dirigir al equipo universitario, fuimos terceros en un sudamericano de básquetbol en Brasil, entonces hay que darle oportunidad a la gente de casa. En ese momento, había chicos con muchas condiciones”.

El plantel de 1995 lo conformaron César Alarcón, Patricio Arroyo, Patricio Briones, Jorge Brito, Eric Brown, Roland Fritsch, Ricardo Funke, Fernando González, Harold Jones, Cipriano Núñez, Marcelo Ruiz, Andrés Salas y Bernard Thompson. En la fase regular la UdeC terminó primera, con marca de 17 triunfos y 5 derrotas.

En playoffs, su primer lugar fue la U. Católica, a la que derrotó claramente por 3-0. En semifinales, se midió con Colo Colo, elenco al que venció por el mismo marcador. En la final, con la U. de Temuco, comenzó la serie 2-0 arriba, pero su rival la emparejó. El Campanil volvió a ponerse arriba, y liquidó la llave para ganar su primer título el 30 de noviembre de 1995, tras imponerse por 129-110.

De ese equipo, Cipriano Núñez agregó que “la base eran jugadores de casa, de cierta experiencia mezclando con jóvenes, igual del club, e incorporando otros de buen nivel, nacionales. Así llegaron Briones, Arroyo. Esa unión fue muy buena, y los más chicos pudieron ir creciendo, en un proceso que duró varios años. Esa temporada, al momento que llegamos a disputar la final con Temuco, ya éramos un elenco sólido, consolidado, que incluso a futuro rindió a nivel internacional en ligas sudamericanas, también disputamos un torneo panamericano”.

Al respecto, añadió que “en 1994 ya habíamos llegado a la final, algo que no fue casual, sino se pensó así. Entonces, todo era parte de una planificación seria y ordenada, con un proceso que a futuro traería incluso mejores resultados”.