Atletas pasaron de ser los más activos a resignarse al encierro. “Tengo una pauta de trabajo, aunque Netflix no falla”, afirmó Gabriel Vargas.
Mientras gran parte de los chilenos vive su propia cuarentena en casa, los deportistas realmente han debido echar mano al ingenio para arreglárselas los últimos días. Suelen ser los más activos, quienes trabajan con su cuerpo y están en permanente traslado de un lugar a otro, pero el contexto del país los tiene a todos encerrados. Entre la preocupación, incertidumbre y prevención, algunos ya se toman el actual momento con resignación. “Las películas de Netflix no fallan, porque ya estoy harto viejo para los videojuegos. Yo creo que tenemos para unos dos meses con esto y, en cuanto al fútbol, todo pasa a segundo plano”, comentó Gabriel Vargas, delantero de Deportes Concepción.
El atacante lila, de 36 años, sigue con el trabajo físico para retornar a la cancha en buenas condiciones tras esta emergencia. “Tenemos una pauta que el profe nos mandó y acá estamos, cumpliéndola, al igual que todos mis compañeros en sus casas. Hay trabajo de pesas, pero también de velocidad y alargue en 100 y 200 metros. Tengo una cinta y bicicleta en la sala, así que ese pequeño gimnasio me salva. Uno vive de esto y el tiempo me ha enseñado que ante este tipo de cosas siempre hay que estar preparado”, agregó Vargas.
El básquetbol es otra disciplina que más allá de suspenderse, derechamente dio por cerrada una temporada que tenía a la UdeC en la final de conferencia. De la amargura por no jugar, en el Campanil ahora todo es prevención y cuidado en casa. “Se me han hecho súper largos los días, ya que estaba acostumbrado a la rutina de entrenar dos veces por jornada. He aprovechado de descansar y recuperarme de algunas dolencias, aunque también debo cumplir con la universidad y me he puesto al día con trabajos online. Cuando estoy jugando, siempre trato de no descuidar los estudios, pero a veces igual dejo un poco de lado lo académico, por el compromiso que tengo con el equipo”, dijo Carlos Lauler.
Por el lado del atletismo, Javiera Faletto vive en Concepción, pero se arrancó a Coronel para estar con su familia. “A los deportistas nos mata la incertidumbre de no saber cuándo acabará esto, porque en momentos así, baja la ansiedad y uno come mucho. Andan rondando un montón de rutinas para hacer en casa y en eso estoy, o me volvería loca. Estoy acostumbrada a botar energía y al principio me achaqué, porque me esforcé durante el verano para tener una buena temporada y ahora pasa esto. Pero, viendo como están las cosas, doy gracias por estar bien, así que estoy acatando y cuidándome”, aseguró.
Y como no sólo de deporte se trata, los atletas aprovechan de dedicar su tiempo libre también a otras tareas. “No hay que ser muy selectivo, hay que ver lo que haya nomás. Tengo Play Station y me divierto jugando Fortnite, mientras me informo de lo que pasa”, dijo Lauler. Por el lado de Vargas, añadió que “con los niños hacemos las tareas del colegio, pero también debo ayudar con las cosas de la casa. Con ellos aprovecho de hacer ejercicio”. Faletto, sentenció que “sin duda, Netflix ha sido el mejor aliado”.