Parecía que esta vez sí se concretaría el primer triunfo de la UdeC 2020. En Collao, con dos jugadores importantes fuera por lesión y ante un Cobresal que no había hecho tantos méritos para empatar. Entraron Cañete y Reynero, la visita comenzó a amenazar a Reyes y lo emparejó faltando 7 minutos. Fue 2-2 y el Campanil se fue molesto. Aún así, se mantiene fuera de los puestos de descenso.
El técnico Eduardo Acevedo expresó que “lo de los segundos tiempos y no mantener la ventaja es una cosa de estadística, lo que más me duele es lo de Waterman y lo de Carvallo en el tobillo. Lo de Waterman es inconcebible. Fueron cinco fouls seguidos, algo que era sistemático y no le cobraron tres. Al árbitro tienen que mostrarle el tendón abierto para que vea qué pasó. Hubo un momento donde paró el partido cuatro minutos para conversar y te corta el ritmo. Me da bronca, porque creo que estamos haciendo las cosas bien, pero no se da el resultado”.
Buscando lo positivo, el uruguayo señaló que “somos difíciles para cualquiera y los rivales lo saben, este es un plantel que se armó de la nada y pueden ver un equipo que pelea, que propone, que quiere. Bueno, los merecimientos no sirven para nada en el fútbol, pero te llevan al camino del triunfo y sé que van a llegar. Me gustó lo de Huachipato, el primer tiempo con Everton, el orden con Antofagasta, el segundo tiempo con Colo Colo. He visto también cosas buenas”.
Molesto por el resultado y el arbitraje, advirtió que “ahora estaré rezando para que Waterman y Carvallo estén bien, recuperar a Cabrera y, al menos, Bueno ya está sumando minutos. Quiero que llegue la fecha Fifa para equiparar a Povea, Carvallo y Quinteros, que me llegaron en medio del torneo. Ahora tengo diez días y hay diferencia de ritmos en algunos jugadores. Yo no leo las críticas del hincha, pero soy autocrítico y me duelen las cosas que me pasan. Sí defiendo a mis jugadores, como familia, y de mis hijos no me habla nadie, de mis hijos hablo yo”.