El kinesiólogo y forward de los Old John’s que busca ser campeón nacional junto a su equipo, detalla etapas, personas y experiencias importantes de su carrera en el rugby.
Por: Aníbal Torres D.
Durante enero del presente año, el equipo de Old John’s logró consagrarse como campeón del Seven de Viña del Mar por primera vez en su historia. Uno de los jugadores que conformó al equipo campeón fue Axel Scheel Jarpa, quién ha sus 27 años de edad y con más de una década practicando este deporte, comenta como el rugby ha marcado importantes etapas dentro de su vida.
– ¿Cuál fue tu primer acercamiento con el rugby?
– Conocí el rugby en el colegio y me vi incentivado un poco por mi papá que era profesor de educación física. Fue cuando tenía 14 años que mi papá me motivó a que me metiera a jugar. Aquella vez le agarré un gustito y desde ahí que no he dejado de jugar.
– ¿Cuándo comenzaste a tomar mayor competitividad en este deporte?
– Fue en el colegio donde comencé a agarrar mayor competitividad, cuando nos preparamos para una gira a Europa que tuvimos en el año 2009. Después de eso estuve un proceso de preselección y de selección juvenil de M20. Ahí comencé a entrar más de lleno y tratar de ser lo más profesional en este deporte.
– ¿Qué fue lo que más te gustó del rugby?
– Siempre me ha gustado el deporte en general y desde pequeño que llevo una vida deportiva. Al principio, cuando comencé a jugar rugby, casi todos mis amigos igual jugaban, entonces me gustaba mucho compartir con ellos.
En el rugby siempre hay como una camaradería y en el fondo, uno siempre trabaja y juega para el equipo. No existe tanto la individualidad y eso es lo que me gusta.
– ¿Qué rol cumples en el terreno de juego?
– Soy forward, juego dentro de los 8 forwards que hay en el equipo. Actualmente estoy jugando de tercera línea y que es una posición que requiere de mucho desplazamiento. Busco tratar de hacer ataque y defensa junto con mucho despliegue físico y entrega.
– ¿Cómo es tu relación con tu actual equipo?
– Llevo mucho tiempo jugando en este club, desde que salí del colegio. Ya van a ser diez años y me sigo sintiendo muy cómodo acá, además existe una relación buena y lo paso bien. En el fondo, uno ya está acostumbrado a entrenar martes y jueves como un hábito que tenemos y que cuando estamos de vacaciones lo extrañamos mucho. El equipo es muy unido y nos hemos ido afiatando, somos bastante amigos entre todos nosotros.
– ¿Cómo ha sido el apoyo familiar en estos diez años?
– Es fundamental. Siempre he tenido el apoyo de mi papá en el deporte y mamá que siempre me ha estado empujando, es la que siempre casi que me obliga a que vaya a entrenar y a los partidos. Ella no se pierde de ningún partido. Los dos me apoyaron mucho cuando estaba entrando a la selección y debía realizar viajes a Santiago de un día. Ese apoyo y respaldo siempre es importante a la hora de desarrollarme.
– ¿Cuál ha sido tu experiencia más importante en el rugby?
– Es difícil escoger una. Probablemente es el mundial M20 que jugamos representando a Chile en el año 2012 y que es una experiencia que difícilmente vuelva a repetir. Esa, definitivamente, ha sido una de las experiencias más grandes que he vivido en este deporte.
– ¿Tienes alguna meta u objetivo que quieras alcanzar en el rugby?
– Espero que podamos ser campeón en Chile con el club, sería muy lindo. Este año ganamos el Seven de Viña por primera vez y fue un gran logro, pero hay que buscar no quedarse sólo con eso e ir a pelear más arriba. Lo máximo que hemos llegado ha sido una semifinal y ahora sería tremendo alcanzar una final y poder ser campeones.
– El rugby lo has vivido como estudiante y ahora como profesional, ¿cómo compatibilizas tus tiempos a la hora de entrenar?
– En el colegio era casi como un hobby, entonces uno sólo iba a jugar y no había problemas. En la universidad los tiempos se complican un poco más y hay que tener una buena organización para poder superarlo. Cuando uno entra a trabajar, las cosas se ponen aún más difíciles, pero se logra de la misma forma.
Isidoro Valenzuela M.