Test drive Chevrolet Sail Smart: la respuesta del que domina
20 de Enero 2020 | Publicado por: Daniel Kuschel
El Chevrolet Sail es uno de los modelos claves de la marca en el mercado nacional. Por muchos años fue el auto más vendido en el país, y el vehículo que comenzó con la ruptura del paradigma de calidad que recaía sobre los autos de origen chino.
Ante la arremetida de sus rivales en el segmento B, como por ejemplo Volkswagen con el Voyage o Kia con el Soluto, recientemente premiado como Auto de Valor del año, Chevrolet respondió con una solidificación de su modelo superventas en el segmento, objeto de esta prueba.
Uno de los puntos altos del Chevrolet Sail es la gran distribución de los espacios en él. El sedán de origen chino posee dos plazas delanteras muy amplias. La posición de conducción es cómoda dada la opción de configurar el volante y el asiento del piloto en altura.
En las plazas traseras también hay mucho espacio de pies y cabeza para que vayan dos personas cómodas, o tres niños.
El maletero entrega 357 litros de espacio, y además entrega un repuesto de neumático real, algo escaso en los autos de hoy.
A todo lo anterior suma un amplio equipamiento para el segmento en el que se encuentra. De serie ofrece con un kit eléctrico completo, ese que incluye alzavidrios, espejos y cierre centralizado con mando a distancia, más computador a bordo, doble airbag frontal, frenos ABS con EBD, anclajes Isofix, radio con MP3, puerto USB y bluetooth. En versiones más equipadas suma aire acondicionado, volante multifunción, pantalla de 4,2” y neblineros, entre otros aspectos.
La nueva versión Smart añade también airbags laterales, sensor de retroceso con cámara, llantas de aleación aro 15, sunroof, regulación de altura de los asientos delanteros, y un sistema de conectividad con pantalla táctil de 8”, con acceso a aplicaciones como Waze o Spotify.
Eso sí, más allá de ser un auto del año, no es nuevo. Su diseño data de 2015 en la segunda generación y no ha sufrido modificaciones, pero en esta oportunidad Chevrolet quiere dar un golpe de conectividad, con este sistema de infoentretenimiento basado en Android (en el que de hecho las ventanas se cierran como en un celular), que le entrega una característica de la que el modelo carecía, y que su competencia incorporó.
La intención se logra a medias, porque el sistema al no ser de los comunes, requiere un periodo de acostumbramiento. Eso sí, sin duda, es un paso adelante para el segmento en el que se encuentra el auto, pero no tiene el uso instintivo de Android Auto o Apple Car Play.
Motor y performance
En el resto de sus características el Sail sigue demostrando por qué es el líder del segmento. La unidad posee un motor cuatro cilindros, de 1.5 litros, 109 Hp y 141 Nm de torque, asociado a una caja manual de cinco marchas. Una configuración muy de uso urbano, en el que muestra su mejor rendimiento y respuesta.
Se siente ágil a baja y media velocidad, dando la sensación de incluso tener más potencia que la que realmente tiene. En carretera eso sí pierde performance, su relación motor-transmisión hace que vaya a cerca de 3.500 rpm a 120km/h y da una sensación de ir exigido. Eso explica también que su rendimiento mixto esté cercano a los 13 km/l en esta prueba en régimen mixto.
La subida en esta versión de los neumáticos a aro 15 marca una diferencia positiva en el rodado, con una suavidad importante en la macha.
El freno en tanto entrega una sensación algo esponjosa, que en un primer uso puede molestar a quien no esté acostumbrado este tipo de sensibilidad, por lo que requiere un periodo de adaptación.
Siempre hay que ponerse en el lugar dentro del mercado en el que se ubica el modelo, y en el suyo, el Sail cumple con una buena sensación de conducción y un muy buen producto. 110 mil unidades no las vende cualquier auto.