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El balonmano se hace fuerte y busca vías para seguir creciendo

Disciplina tuvo una gran temporada a nivel local e incluso internacional. De cara al futuro, pretenden avanzar y ser incluidos en los Juegos de la Araucanía.

Por: Carlos Campos 16 de Diciembre 2019
Fotografía: Colegio Pinares

Ha sido en el último tiempo, una de las disciplinas que más adeptos ha sumado a nivel escolar. Por lo mismo y pese al crecimiento que ha tenido en el Bío Bío, el hándbol o balonmano, apuesta a derribar más barreras y establecerse con solidez como un deporte mucho más masivo y de oportunidades.

En la reciente temporada de Adicpa, que finalizó con tremenda anticipación producto del movimiento social, la mayoría de los aplausos se los llevaron los chicos y chicas que lograron instalarse en la fase nacional de los Juegos Deportivos Escolares y desde ahí, clasificar al sudamericano de Paraguay.

Por el lado masculino y en representación del Colegio Pinares de Chiguayante, los nacionales que participaron en Asunción fueron Juan Mellado, Rafael Barriga, René Lazo, Benjamín Contardo, Agustín Ortiz, Agustín Acevedo, Cristóbal Muñoz, Álvaro Arancibia, Agustín Tapia y Diego Estrada, además de los refuerzos José Jarpa (Liceo Alemán del Verbo Divino de Los Ángeles) y Óscar del Pozo (Colegio Almondale Lomas de Concepción).

Todos viajaron bajo el mando del entrenador Raúl Umaña. ¿Cuál es el balance que realiza el técnico sobre la participación en Paraguay? “Fue una experiencia muy positiva. Es tremendo encontrarte y jugar allá con equipos internacionales donde casi todos son seleccionados de sus países. Fue muy meritorio para nosotros, porque jugamos de igual a igual frente a todos. La experiencia quedará marcada en la vida de los chicos”, afirmó Umaña, sobre una instancia en la que el balonmano masculino finalizó cuarto, aunque sólo por diferencia de goles, detrás del campeón local, Brasil y Uruguay.

Ir más allá

Son cientos los chicos que a nivel nacional compiten en balonmano en su etapa escolar. Hay algunos que practican tal deporte sólo por diversión, aunque otros realmente ven el hándbol como un deporte que los podría proyectar a tener una beca deportiva al momento de ingresar a la universidad.

Pero esa realidad está lejos de concretarse, por ahora. “Ojalá que el balonmano aparezca en segunda categoría, porque si estos grupos no tienen un objetivo o una meta en el horizonte que ellos puedan ver, se terminan desmotivando o dejando el deporte. Los 15 años son una edad compleja y de muchas tentaciones. Para mantener a estas generaciones, necesitamos competencias importantes”, comentó Raúl Umaña, agregando al respecto que “la competencia local es la que debe fortalecerse. Creo que en Adicpa debiéramos darle una vuelta al formato de competencia. porque se están jugando pocos partidos en relación a la cantidad de colegios que participan”.

La contingencia no ayudó a que la competencia finalizara en buen término por esta temporada. Para el sudamericano de Paraguay, en el balonmano tenían siete semanas de entrenamiento planificadas, de las cuales sólo pudieron llevar a cabo dos con normalidad. “El toque de queda nos cortó todo porque no podíamos entrenar. Con el estallido social se complejizó todo y aunque las demandas son justas, en algunas áreas influyó de forma negativa”, añadió Umaña.


Ilustración: Andrés Oreña P.

Un camino

¿Cómo hacer para proyectar el balonmano y que los talentos no se pierdan ni estanquen en las series Sub 14? Una opción que da Raúl Umaña, es incluir como disciplina al balonmano dentro de los Juegos de la Araucanía. “Hace rato le doy vueltas a eso. En Paraguay, chicos de sólo 10 años ya están compitiendo y los nuestros sólo juegan. Y está bien, pero cuando hay situaciones de estrés o decisivas, acá no suelen estar listos para la competencia. Eso ocurre porque partimos tarde”, sostuvo el entrenador del Colegio Pinares.

Para Raúl Umaña, más que una idea, la moción anterior resulta casi una necesidad. “Las autoridades debiesen analizar el tema. Hasta los 16 años, los chicos llegan a entrenar a Santiago con mucho sacrificio y viajando cada 15 días por fines de semana completos. Pero después se les hace demasiado difícil y deben optar a vivir allá o derechamente abandonar el deporte. En la zona central están los binacionales Cristo Redentor y nosotros al no tener una instancia así, se nos corta todo lo que construimos desde los 12 y 13 años. Hemos tenido, en la Región, deportistas excepcionales con un gran futuro, que por el hecho de no tener una competencia que los motive, abandonan sus disciplinas. Hay que hacer fuerzas para que el balonmano pueda ingresar al programa de los Juegos de la Araucanía”.

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