La Mitsubishi L200 no sólo es la camioneta más vendida en Chile, sino que es también el vehículo más comercializado en el mercado nacional. Y razones para este logro entrega de sobra.
Por ello, no extraña que la marca de origen japonés entregue un facelift de su producto en la que mantiene la calidad y puesta a punto de la pick up, y en la que lo más drástico y distintivo está en lo estético.
Lo más evidente está en el frontal, que es prácticamente de una sola pieza y con un parachoques muy integrado, focos en dos niveles y la parrilla Dynamic Shield que lo lleva por la línea de otros modelos de la marca como Outlander, Eclipse Sport y Montero Sport. El capot se eleva 40 mm respecto a su antecesora, algo con lo que la marca busca aumentar la seguridad tanto de ocupantes como peatones.
Para esta prueba, tuvimos a nuestra disposición la versión Dakar AT 4×4, tope de línea dentro de las versiones disponibles en el modelo del mercado nacional, y eso queda demostrado en algunas mejoras de configuración.
Sus características mejor trabajadas son el rendimiento de su tren motriz, un motor Euro V 2.4 TDi de 178 Hp y 430 Nm de torque, y la estabilidad de su chasis, más confortable que su versión anterior, y con una suspensión mejorada sobre todo en la parte trasera, aunque en las calles irregulares más allá de que absorbe bien los baches, se siente un efecto rebote importante clásico en este tipo de vehículos.
Lo anterior, asociado a una caja de seis velocidades que ayuda a un andar del motor bastante más relajado y sin tanto ruido, más allá de la gran insonorización de la cabina, y también aporta a que el consumo llegue a cerca de los 11 km/l en régimen mixto.
Su dirección asistida tiene su mejor respuesta en velocidad. Estacionando o en terrenos menos parejos, se vuelve algo pesada, aunque no es algo excesivo, sino que una característica que merece un tiempo de adaptación.
En el interior exhibe un lugar sencillo y ergonómico, pero sin mucho detalle. Su volante con botones integrados asemeja la sensación más a un SUV, más un cuadro de instrumentos bien iluminado con mucha información disponible, y un sistema de audio compatible con Apple CarPlay y Android Auto.
Destacar los sistemas de seguridad y de asistencia presentes y necesarios, como cámara de retroceso, sensores de estacionamiento, radar de punto ciego, mitigación de colisión frontal, o aceleración involuntaria, o el control de tracción y estabilidad activo, más siete airbags. Eso sí, esto está presente principalmente en las versiones Dakar, las de entrada tienen un equipamiento bastante más básico.
Así, Mitsubishi mantiene un buen producto, equilibrado, en la nueva L200, uno capaz de entregar una sensación de vehículo de calle, pero también apto para las faenas importantes del país.