Morados inauguraron hermosa instalación para sus jugadores y ahora tendrán que ponerse al día en la cancha, donde el puntero aparece disparado.
Dentro de los logros morados, gestados por sus propios hinchas, la Casa del Jugador es uno de los más importantes. Se trata de una inversión de 30 millones de pesos para 117 metros cuadrados, donde se habilitaron 7 dormitorios, baños y una cocina. Un hogar pintado de lila, justo a la entrada de los Campos Deportivos de Nonguén. Una noticia de lujo, que ahora esperan replicar con una alegría en cancha, donde el líder Linares se escapa peligrosamente en la cima.
Y es que la fecha libre, donde sólo se podían cruzar los dedos, no fue muy provechosa en la tabla. Linares, que venía de algunos tropezones, venció 1-0 a Rengo y se instaló como sólido puntero, sumando 38 unidades. Transandino es segundo, con 34, mientras que el “León” de Esteban González acecha con 33 puntos y un partido menos que los albirrojos.
Los morados vienen de caer 1-3, en calidad de local, frente a Rancagua Sur, encuentro por el cual protestaron y pidieron los tres puntos, argumentando que el técnico rival, Rodrigo Pérez, no cumplió con las normas que castigan a un DT que viene de recibir tarjeta roja. El ex lateral habría dado instrucciones transitando por la cancha y sector de camarines. Anfa deberá decidir si la demanda lila es correcta.
Como sea, un tema que preocupa de sobremanera a los penquistas es la gran cantidad de expulsados en las últimas fechas. Ante Rancagua Sur, la derrota se explica en gran parte por las suspensiones de Benjamín Cruces y Carlos Hernández. En el triunfo anterior, sobre Mejillones, también hubo dos jugadores que vieron la cartulina roja: Gonzalo Cisternas y Felipe Albornoz.