Jugadores de UdeC y Unab tuvieron que trapear el piso antes de jugar y no pudieron completar el partido. Un problema habitual en el balonmano local. Como sea, el cuadro auricielo demostró su poderío ante un rival que no le permitió jugar con comodidad.
Una de las disciplinas con más accidentado desarrollo en el Adesup 2019 ha sido el hándbol. El calendario indica un par de partidos y solo se juega uno, a veces ninguno. Hasta próximo aviso. “Decidimos jugar esta vez para darle continuidad al torneo, pero el piso estaba muy peligroso”, señaló Alexie Aeloiza, técnico de la UdeC. Los del Campanil superaron a la Unab por 14-7 luego que ambos equipos decidieran jugar solo un tiempo. No daba para más.
El partido ya comenzó con cierto atraso. Había rumores de que se suspendería. La gente del aseo hizo lo que pudo, pero igualmente los jugadores y técnicos cortaron trozos de papel -de eso para secar las manos- y se pusieron a secar el piso, dentro de lo posible. El polideportivo de la Unab aguantó el comienzo, pero poco a poco empezaron a caer algunos jugadores. Cada contragolpe era un escalofrío. Los jugadores preferían no correr demasiado, pero cuando tienes la pelota en la mano se te olvida. Y volvían a caer.
Aeloiza analizó que “lo positivo de la competencia actual de balonmano Adesup es que ya somos seis universidades participando y eso costó mucho. No porque no existieran jugadores, porque en esta región hay muchos. Era más por temas administrativos, por los gastos que significa. La gran problemática de esta disciplina, a todo nivel, es que los gimnasios con medidas reglamentarias son muy pocos. Además, tienen mucha demanda no solo del balonmano, sino que de otras disciplinas y eso dificulta las planificaciones. Hándbol es una de las disciplinas más nuevas de Adesup”.
Y el partido comenzó parejo. Con anotaciones para cada lado, un sorpresivo 2- 2 inicial y la UdeC fallando un penal. El local se animaba, los auricielos calibraban en una cancha que no permitía hacer lo de siempre. “Esto no es lo que se ve habitualmente. No es un día para ver buen hándbol”, comentaba Aeloiza luego que su arquero resbalara tras efectuar un saque. De a poco, la visita comenzó a imponer su jerarquía y sacaron inalcanzables 7 puntos de ventaja. Ahí comenzó la rotación.
¿Y por qué se jugó ahí? ¿Había otro lugar dónde desarrollar esta fecha donde ya se había suspendido un partido de damas? Aeloiza explicó que “después de los últimos juegos IND, quedó claro que somos una de las tres potencias regionales del deporte de Chile, pero también somos la más deficiente en términos de infraestructura. En rigor, la cancha oficial de hándbol debiera ser de 40 x 20. Esta cancha, por ejemplo, lo es. Lo otro que tenemos es el gimnasio municipal de Concepción y el polideportivo del parque Tumbes. Son las únicas tres reglamentarias. Podemos ocupar otros recintos y lo hacemos habitualmente, pero ahí nos adaptamos a otras medidas. Competitivamente, igual te pasa la cuenta si juegas siempre en canchas chicas y después en un Nacional vas a una de verdad”.
Entre partidos suspendidos y fechas reagendadas cuesta decir quienes partieron mejor el año, aunque los candidatos de siempre son la UdeC y la UBB, otra casa de estudios de muy buen nivel. “Este era recién nuestro segundo partido del año. La competencia fuerte comenzó en junio y estamos poniéndonos todos al día. De todas formas, paralelamente al Adesup nosotros jugamos las clasificatorias para el Nacional Fenaude, donde van las cuatro universidades del consejo de rectores (USS, UBB, Ucsc y UdeC) y donde Unab juega sus cupos en Santiago. Siempre estamos en actividad”, precisó.
La UdeC tiene un equipo joven, pero de experiencia. Con muchachos que cuentan selecciones en el cuerpo. Matías Gatica, por ejemplo, ya jugó un Mundial Juvenil hace dos años en Georgia. También destacan Eduardo Yáñez, Paul Hammersley, Felipe Cancino y otros nombres conocidos en el circuito del balonmano.
Su técnico apuntó que “los equipos universitarios pasan por varios puntos y nosotros entramos al proceso de renovación. En los últimos dos años egresaron jugadores emblemáticos, los de mayor experiencia, los más fuertes. Entre ellos, nuestro capitán y los dos porteros que fueron titulares en los últimos dos años. El cincuenta por ciento de este equipo podría decirse que es parte del recambio, pero seguimos siendo fuertes gracias a un proceso bien llevado. Es un trabajo que está pensado, porque sabes que cada tres años, más menos, debe haber una renovación. Siempre tratas de mantener una base experimentada que, cuando llega al último año, sea apoyada por muchachos de Tercero, ya con mucho roce. Eso nos ha dado buenos resultados y seguimos siendo la universidad más fuerte”.
Aeloiza lleva 24 años a cargo de la selección universitaria de la UdeC y advirtió que “nuestra región es la segunda con mayor cantidad de jugadores en Chile. Los que llegan a nuestra universidad tienen alguna experiencia previa, ya sea en cadetes o juveniles. Dentro de este equipo hay un componente fuerte de muchachos que vienen del club Unión Universitaria, que fue formado el 2007, y sigue siendo un baluarte de jugadores que entran a la universidad. Estos chicos llegan acá, pero se conocen hace unos tres años y en la cancha eso se nota”.
El juego termina con ventaja de 7 puntos para la UdeC, pero todos se reúnen en el centro de la cancha, se dan la mano e intercambian una sonrisa. Caídas más y puntos menos, todos comparten la misma pasión y los disfrutan. El hándbol de la región está más vivo que nunca.