Messi sigue extraviado en la Copa, pero Lautaro Martínez se transformó en el goleador que siempre faltó. Fue 2-0 cómodo.
Le bastó con ahogar a Venezuela durante 15 minutos y no dejarla jugar durante el resto del partido. El resto lo hizo el portero rival con un regalo que mató cualquier ilusión llanera, cuando había metido mucha gente en ofensiva, aunque generando poquito. Argentina ganó merecidamente por 2-0, otra vez sin mucha presencia de Lionel Messi y con Lautaro Martínez empoderado como “9” y siendo el jugador más determinante de esta oncena. Ahora, que venga Brasil.
Hasta ahora, no hubo ningún partido brillante para Argentina. De esos que algún día su tradición de buen fútbol mandaba. Pero lo de ayer, al menos, fue sólido. De entrada, con un mediocampo más metedor que creativo, encerró a Venezuela en su arco. No lo dejó tocar la pelota más de dos veces, le cortó el juego muy cerca de su propio arco. Además, aprovechó que Dudamel no tenía a sus dos centrales.
Villanueva y Osorio fueron el bastión que sostuvo el 0-0 venezolano contra Brasil. Enormes. Por lesión, ninguno de ellos pudo jugar ayer y la dupla Del Pino con Chancellor dejó mucho que desear. En un córner, perdieron las marcas -como en todo el juego- y Martínez definió de tacazo en las barbas de Fariñez. El primero cayó muy luego, pasaditos los 10 minutos.
El equipo de Lionel Scaloni no mostró mucho. Fue bueno destruyendo, pero Rodrigo De Paul y Leandro Paredes no son volantes precisamente talentosos. Marcos Acuña buscó siempre por la izquierda y algo amenazó, mientras que Messi sigue sin aparecer en lo que va de Copa América. Ofensivamente, Argentina centra su fuerza en Lautaro y un irregular Sergio Agüero, que tampoco es el del City.
Recién comenzado el segundo tiempo, Martínez envió un derechazo al poste izquierdo de Fariñez y los venezolanos crecieron poco a poco. Más que todo, por volumen y tenencia de pelota, pero sin crearse situaciones claras de gol. Machís controlado por la banda, Rondón peleando siempre contra dos centrales y Soteldo entrando con personalidad, pero sin mucho éxito.
Y en eso, “Kun” Agüero sacó un tirazo bajo, sin mucha fuerza, y Fariñez dejó escapar un tirito fácil. Giovani Lo Celso tomó el rebote y cerró cualquier intento de lucha. Los minutos restantes estuvieron de más, salvo un par de buenas tapadas de Franco Armani.
Fue 2-0 y habrá clásico de América. Este martes, en el estadio Mineirao de Belo Horizonte, Brasil recibirá a Argentina buscando el primer finalista de la Copa. En estos choques no existe un favorito.