La Roja femenina gana, pero queda fuera del Mundial: sufrimos, lloramos y nos enseñaron a creer

Con notable segundo tiempo, logró histórico triunfo que no alcanzó por un penal en el travesaño. Fueron cuatro veces al palo. Increíble.

Necesitaba ganar por tres goles y en el primer tiempo se veía difícil. Tailandia cerrado y llegando un par de veces de contragolpe, mientras Chile mostraba muchos nervios. Yanara Aedo pidiéndolas todas, pero con poca presencia ofensiva hasta el ingreso de Javiera Grez, que entró a desordenar completamente al rival. La segunda etapa fue distinta: Chile una aplanadora, sólo faltaron centímetros de fortuna.

El primer tiro en el palo fue de María José Urrutia. El mismo travesaño impidió que entrara un bombazo de Rosario Balmaceda, antes del descanso. Saliendo del camarín, Chile entró mentalizada a marcar más de una vez, a correrlas todas, a dejar la vida en suelo francés.

Así llegó el autogol de la portera Boonsing, tras remate bajo de Aedo. Yessenia López se adueñó de la zona media y Daniela Zamora fue más protagonista por la banda derecha. Chile la tenía, pero el tiempo pasaba inmisericorde, hasta que Urrutia conectó tremendo cabezazo de pique al suelo y puso el 2-0 parcial. Quedaban diez minutos para lograr la hazaña.

Y a los 85’, penal sobre Urrutia. Francisca Lara tomó la responsabilidad, pateó con la furia de todos estos años de sinsabores y el balón pegó en el travesaño. Otra vez. La vida le dijo no a un grupo acostumbrado a los portazos, a pelear contra todo. A un grupo que ha caído y llorado antes. No les quepa duda que mañana estarán de pie.