Francisco Barrera no era de los que más ruido hacía previo a los Juegos Nacionales 2019. Cuasi retirado en lo competitivo y más dedicado a labores de entrenador, el “Pitbull” llegó en silencio para representar como tantas veces a la Región del Bío Bío.
Pero fiel a su estilo, mostró un nivel superior celebrando el título de su categoría y tres medallas de oro. Su cuarta corona consecutiva y que lo deja como uno de los deportistas récords del certamen, tras ganar el campeonato en las ediciones 2013, 2015 y 2017.
A eso sumó un notable rendimiento como DT, con una pupila convirtiéndose en la sorpresa de los juegos. Prueba de vigencia.
“Fue un importante logro, sobre todo estratégico, porque competí una categoría más arriba para quitarle medallas de oro a la Araucanía que, en teoría, debía ganar los 67 kilos. Fue mi mejor marca personal en envión y entrenando ya no como profesional, pero si muy planificado. Con 32 años aún siento que puedo mejorar y mantenerme vigente”, apunta.
Y añade, “se podría pensar que a mi edad ya no queda mucho, de hecho el año pasado dejé de entrenar y me retiré unos meses luego del Panamericano Adulto. Nunca, desde 2002, había estado más de cinco días sin practicar. Cuando empecé a entrenar niños volví a moverme un poco y ellos me motivaron a volver. Lo dejo todo en los entrenamientos, soy demasiado orgulloso como para permitir que me ganen. Eso me ha mantenido tantos años a buen nivel”.
Tres oros sumó Claudia Oliva (64 kilos), uno de los grandes proyectos de Francisco Barrera como DT. “Con Claudia llevamos más de dos años trabajando muy bien, es una atleta muy responsable y dedicada lo que sumado a su talento natural, da un proceso natural de obtener resultados. El objetivo que teníamos este año era lograr la marca mínima para competir por Chile y logró lo que pedía la federación para ir a campeonatos sudamericanos adultos. Así es que esperemos pronto verla en tarimas internacionales y en un futuro no muy lejano, con algunas medallas internacionales; aunque vamos paso a paso con el proceso”, sostiene.
Sobre su faceta como entrenador, “Pitbull” dice estar entusiasmado. “En Bulnes tengo trabajo en el Colegio San Esteban en áreas administrativas y tienen muy buena disposición para permitirme asistir a campeonatos. En las tardes, en el garaje de mi casa, también entreno niños y, este mes, partimos con un taller de levantamiento de pesas de la Municipalidad de Bulnes para niños y jóvenes. Así es que pronto espero formar un equipo que pueda pelear medallas a las potencias que ya hay en Chile a nivel de clubes”, finaliza.