Los entrenamientos a puertas cerradas y el secretismo se han tomado el fútbol en los últimos años. Lo que hasta hace un par de temporadas era normal, hoy asoma como peligroso. Cualquier dato al rival es determinante, dicen los protagonistas.
Cuando el rendimiento el fin de semana es tan malo, más de alguna vez se le ha escuchado al hincha preguntarse, ¿para esto tanto entrenamiento a puertas cerradas? Y el fenómeno va en alza no sólo en Chile, sino que en casi todo el mundo. ¿Qué ocultan los entrenadores en cada una de sus prácticas? ¿Por qué el hincha ya no tiene acceso a mirar cómo se prepara su equipo para el partido del fin de semana? Algunos técnicos disfrutan encarando a los medios de prensa después de cada partido, diciendo que “si ustedes vieran los entrenamientos sabrían que …”. Pero, lamentablemente, se ha hecho una costumbre que las puertas estén cerradas, las rejas cubiertas de mallas y los guardias llenos de instrucciones para que nadie vea nada y no se filtre ningún detalle de la estrategia que cada técnico prepara.
¿A qué se debe el secretismo casi extremo? Francisco Bozán es uno de los técnicos partidarios de los entrenamientos privados y explicó que “cada uno tiene sus formas. No es que uno quiera esconder muchas cosas, pero por supuesto si uno quiere hacer una variante, cambio de sistema, con jugadores ubicados en puestos distintos, es inevitable que uno quiere que el rival no lo sepa”.
Erwin Durán dirige a Fernández Vial y a diferencia de la postura del técnico del Campanil, comentó que “a mis prácticas no van hinchas ni tanta prensa todos los días, pero nunca he cerrado las puertas. No pongo ni días ni horarios para los medios de comunicación. Y sería raro cambiar ahora. Yo creo que el resto de entrenadores entrena a puertas cerradas por tranquilidad y no para esconder algo, si para mí, en el fútbol, ya no hay nada nuevo y ya se sabe todo”.
Felipe Cornejo pasó con éxito por el “Almirante”, le fue bien en Naval de Talcahuano e Independiente de Cauquenes y hoy dirige al puntero de Segunda División: San Marcos de Arica. ¿Qué piensa el joven técnico sobre el boom de entrenamientos privados que existe en los últimos años? “Hay días en que uno trabaja cosas específicas pensando en el partido del fin de semana y obvio quiere privacidad, porque es parte de la estrategia y no queremos que nada se filtre. Pero igual durante la semana hay entrenamientos donde no hay ningún problema en que la gente vaya y los vea. Realmente hoy hay tanta estrategia dentro de los partidos, que la idea es ocultar de una u otra manera los detalles en la previa”.
Posturas diferentes en torno a una misma idea: que al equipo le vaya bien el fin de semana. Pero la privacidad no tiene como objetivo principal, necesariamente, que los rivales no se enteren de algún dato táctico. Las puertas también están cerradas a los medios, pero con otra intención.
Francisco Bozán argumentó en relación a lo último que “nos gusta la intimidad de los entrenamientos ya que ahí suceden muchas cosas que a la prensa le gustarían mucho saber y que, probablemente, le sacarían mucho provecho llevándolo hacia el otro lado o cambiando el foco de lo que realmente está sucediendo. Son jugadores que están trabajando a alta intensidad. En ese ritmo a veces hay roces y suceden muchas cosas que llevan a generar algunas respuestas y a la prensa le serviría mucho eso. Sería carne de cañón para decir ‘tal equipo está peleado o en tal equipo pelearon todos’. Lo que uno exige es que haya roce e intensidad, porque te estás preparando para un partido del fin de semana que será de muchísima intensidad”.
Similar opina Felipe Cornejo, quien, sin quererlo, hace un par de meses y tras el triunfo de su equipo sobre Cobreloa en Copa Chile, fue causante de una polémica que se tomó la primera plana de los medios nacionales. “De cualquier situación, la prensa puede generar algo muy positivo o muy negativo, a veces agrandando más algunos temas. Y no me pasó a mí, pero con todo lo que vivimos después del partido con Cobreloa, recuerda lo que pasó después del audio de Víctor Rivero que se filtró. O sea, pregúntale a cualquier jugador si alguna vez ha recibido el reto así de un DT o pregúntale a un técnico si alguna vez ha retado a sus jugadores de forma en caliente como se vive un partido. De las dos partes te van a decir que sí. Pero se filtró y pareciera que era algo de otro mundo. Eso te da un ejemplo de lo que para nosotros es normal, para los medios y la gente que va a leer o ver una noticia en televisión no lo es. Y así ya se genera un enorme ruido, lo que quizás no es óptimo”, afirmó el entrenador.
En su vereda y sin complicarse por la presencia de los medios o de público en los entrenamientos, el técnico Erwin Durán aseguró que “no creo que una práctica privada me haga mejor o peor técnico. Si es porque los técnicos quieren tranquilidad, lo entiendo. Pero yo creo en el grupo y en que trabajemos bien. En eso me baso y lo que pase afuera no me afecta. Me da lo mismo si miran los entrenamientos, pero respeto como cada técnico busca su manera de trabajar. Quizás algunos jugadores se desconcentran también”.
Marcelo Bielsa fue noticia a nivel mundial en enero de este año, tras ser acusado de tener ayudantes que espían las prácticas de cada uno de sus rivales. El argentino recibió una multa millonaria y, en Inglaterra, fueron estrictos con el “Loco”. Lo que hizo fue considerado casi un delito por algunos.
¿Qué opina Bozán sobre aquel hecho? “Claro que no me gustaría que me vinieran a ver si es una práctica privada. Hoy están las redes sociales, diarios, radios y hay muchas cosas que entregan mucha información sobre lesionados, previas y post partidos”.
Felipe Cornejo dijo que “deben haber márgenes y no romper más allá de la privacidad ni faltarle el respeto al resto. Pienso que Bielsa, en todo caso, por la manera en que vive el fútbol, debe saber hasta lo que calza y mide cada jugador. Es obsesivo y si al final ve o no una práctica, termina siendo un detalle”.
Erwin Durán, en su tono más tranquilo, aseguró que “si me espian, sentiría que me tienen miedo y quieren aprender de mí. Al final uno tiene que estar seguro de lo que hace y eso es todo. Sinceramente lo tomaría así, tampoco con soberbia ni nada, pero soy de los que piensa que con el pitazo inicial del partido, ojalá resulte lo que trabajamos y todo lo que uno se imaginó. El fútbol es tan impredecible a veces, que pese a no dejar ningún detalle al azar en los entrenamientos, durante el partido ocurren otras cosas. No mandaría a nadie a espiar. Además, en todos lados transmiten los partidos, así que uno tiene que tener claro como juega el rival. Me sentiría halagado si van a ver mi trabajo.