Melita y Antonia Abraham: brazos fuertes de mujer joven

Antonia y Melita nacieron el 7 de julio y hoy tienen 21 años. Ese mismo día, Alfredo e Ignacio vieron la luz y se unieron a la familia Abraham, la más exitosa en la historia del remo nacional. Cuentan que de niñas eran algo peleadoras o, más bien, competitivas.

Melita siempre fue la de carácter más fuerte. Su madre fue quien siempre les inculcó que no se trataba de que una fuera mejor que la otra, porque el agua les presentaba un desafío hermoso que llevarían mejor si lo recorrían juntas. En el bote del éxito había espacio para ambas.

Se formaron el Club Regatas Miramar, dando paladas desde muy temprana edad en la Laguna Grande, allá en San Pedro de la Paz. Tenían solo 10 años cuando se encantaron con este deporte. Melita se ha descrito como “tranquila y sociable” y al definirse ha expresado que “soy de esas personas que cuando quiere algo hace todo por conseguirlo”. Sus papás, Omar y Melita Schussler, las acompañaron desde pequeñas. Ella es profesora de Educación Física y, sin duda, la tercera mujer destacada del clan. “Le debemos todo”, dijo una vez Antonia.

Melita advirtió que “es muy común catalogar algunos deportes como ‘de hombres’ y es un error que tenemos que cambiar.

También es cierto que las mujeres estamos más empoderadas y eso se ve en el deporte. Si nos gusta y apasiona algo, estamos hechas para hacer cualquier cosa. En el remo no se me ha hecho difícil, porque nunca pensé que por ser mujer iba a tener una desventaja. Siempre trabajé duro sin que mi género me limitara. Hago el mismo plan de entrenamiento que los hombres, no hay diferencia. Nos hemos encargado de igualar esto con nuestros buenos resultados. Actualmente, el equipo femenino, desde infantiles y juveniles hasta seniors, demuestra un nivel superior al masculino y eso nunca había pasado. Como deportistas, nos hemos encargado de apoyar a las chicas más jóvenes dando charlas y haciéndoles ver lo mucho que pueden lograr si se lo proponen”.

La campeona mundial a nivel Sub 23, en remo in door, múltiple oro sudamericano y, además, estudiante de sicología agregó que “el deporte es fundamental para lograr esta igualdad de oportunidad, porque entrega valores tan fuertes que no puedes aprender en el colegio ni en la universidad. Es una mezcla de perseverancia, trabajo duro y en equipo, pasión y respeto sobre cualquier cosa. Da lo mismo si eres mujer o eres hombre, si quieres hacer deporte todos estos valores son ley. Ser una mujer deportista te hace fuerte y luchadora, aumenta la confianza en uno misma y, sobre todo, nos hace romper muchas barreras y estereotipos”.

Melita y Antonia, tan sencillas como admiradas. Dos incansables que ahora van por más en los Panamericanos de Lima 2019 y los Juegos Olímpicos del 2020. Dos mujeres que abren puertas en un mundo donde suelen encontrarlas con llave.