“Soy una persona de carácter muy fuerte. Soy extrovertida y muy emocional, pero también frontal y directa, lo que genera respeto. Quienes me conocen y con quienes comparto a diario, saben que soy una persona que siempre está con una sonrisa, dispuesta para alegrar y ser el alma de la fiesta. Pero cuando estoy triste se me nota. Soy como la típica niña del colegio que, cuando falta a clases, se extraña. Por lo mismo, la gente nota cuando me pasa algo, ya que no estoy todo el rato tirando la talla. Y lo veo como algo positivo, ya que significa que en las distintas áreas donde me desenvuelvo, soy una persona que no pasa para nada desapercibida.
Desde muy chica y por mi mamá conocí el atletismo. Ella competía y me incentivó a ir a la pista. Ahí conocí un mundo atractivo. Por ser hija única tiendo a ser egoísta a veces y en el atletismo encontré un deporte individual que me gustó. Desde los 13 a mis casi 28 años nunca he dejado de practicarlo.
No tengo grandes ambiciones atléticas en este momento. Soy aterrizada y tengo los pies bien puestos en la tierra, por lo que no pienso en llegar a unos Juegos Olímpicos ni nada de eso. No estoy dispuesta a dejar muchas cosas de lado por alcanzar un sueño así. Mi principal objetivo en la vida es ser exitosa en el ámbito profesional, que más adelante alguien diga “ella es bacán” y que desde ese punto de vista me respeten. No tengo ambiciones de viajes ni grandes lujos. Soy una persona muy simple y tradicional.
Realmente me imagino casándome y entrando a la iglesia con mi papá de la mano. Quiero tener hijos, llevar una vida tranquila y ser reconocida como profesional más allá de cualquier otra cosa.
Pienso que en esta disciplina se nos da harto valor a las mujeres porque vendemos más. No siento que haya diferencias en relación a los hombres. Sí, es complicado cuando a veces algunas quieren ser madres, pero desde mi experiencia creo que tenemos bastante apoyo. No quiero pensar que nos miran en menos. Tan feminista no soy y me carga cuando las mujeres pelean tanto con los hombres. Hay diferencias, claro, pero tenemos que luchar en paz. Los hombres no son para nada lo peor del mundo y está clarísimo que nos necesitábamos mutuamente.
Personalmente, nunca he tenido una mala experiencia. En otras disciplinas hay discriminación y diferencias, pero por lo menos en mi realidad, nada. Si puedo apoyar en alguna ocasión a otra mujer, no hay dudas, pero a mí nunca me ha ocurrido algún caso.
No me siento con el poder para hablar de equidad de género, porque nunca he tenido una mala experiencia.
Creo que a la Región le hacen falta escuelas deportivas para los niños. Eso está muy en baja. Cada vez los deportistas tienen menos nivel y hay menos gente en los campeonatos. A veces los padres tienen temor de llevar a los niños a entrenar, pero no creo que cueste tanto incentivarlos. Yo intento aportar, pero es difícil. Ahora hay frío, lluvia y todo se complica, pero realmente me sacó el sombrero con los padres que motivan a sus hijos”.