“Nací en Coronel y tengo 36 años. Soy profesora de Educación Física hace 13 años, y estoy casada hace cuatro. No tengo hijos, y me defino como mujer alegre, soñadora, esforzada y justa. De carácter fuerte, no tolero la injusticia y la falta de humildad, lo que debo a mi madre, Margot Martínez, una mujer espectacular. Adoro a mis perros, tengo tres y una gatita, que dan vida a mi hogar. Me encanta pasar tiempo con mi familia, pese a que por el trabajo cuesta, pero como siempre he dicho es mejor la calidad que la cantidad”.
“Hoy el hockey, más que un pasatiempo, es mi trabajo, mi proyecto, mi pasión y mi deporte favorito. Me ha entregado muchas cosas lindas incluso en los malos momentos. Comencé como jugadora y me transformé en entrenadora, labor que llena mi vida de sueños para desarrollar el hockey. Sueño con una cancha pública donde todos los niños tengan la opción de vivir esta hermosa experiencia”.
“Comencé trabajando en Country Club Concepción junto a mi gran amigo Alejandro Wolansky, que me enseñó y compartió toda su experiencia. Fueron cuatro años de trabajo duro por mantener a los jugadores activos y concretar la soñada cancha para el club. Luego, sentí la necesidad de expandir el deporte en otros lugares y comencé a hacer hockey en las clases de Educación física en el Colegio Amanecer San Carlos. Fue un éxito. Hicimos un taller y luego un club, y hoy tenemos más de 60 jugadores activos en Sub 12 y 14 damas y Sub 12, 14, 18 varones, más equipos adultos. Me di cuenta que había varias instituciones emergentes como nosotros, pequeños en infraestructura y recursos, pero con ganas de avanzar. Por eso, con varios entrenadores trabajamos para comenzar el torneo Zona Sur, que al inicio fue solo para varones y hace dos años es también para damas. Hoy tiene 380 jugadores aproximadamente. Un proyecto que nos llena de orgullo, porque fue sacado con mucho esfuerzo de los técnicos que no tienen otra plataforma para competir. Ahora estamos en una nueva propuesta: una liga provincial de hockey Concepción, cuya meta es que participen todas las instituciones penquistas y alrededores”.
“Nunca me he sentido discriminada por ser mujer. Es más: actualmente soy la única mujer entrenadora de un equipo adulto de hombres federado, si bien el desafío es grande y he sentido miedo, con el tiempo me he emparedando cada vez más. Lo que sí es lamento es ver como profesionales y personas ligadas al deporte, por temas de egos y méritos propios, no son capaces de trabajar en equipo por el desarrollo del hockey. Es muy difícil la igualdad de oportunidades. Este trabajo requiere de mucho tiempo fuera del hogar y para una mujer que tiene familia es complicado”.
“Es importante que los entrenadores chilenos, en especial las mujeres, se sientan capacitadas para grandes cosas. Un ejemplo de esto es ver cómo hemos logrado la masificación del hockey en el Gran Concepción y sus alrededores. Ya no es deporte de elite, sino que cada vez más está la posibilidad de llegar a más niños y niñas”.