Lleva más de veinte años arriba de la tabla y es uno de los grandes ídolos de los patinadores nacionales. Además, ha encabezado varias campañas para potenciar y profesionalizar la práctica del skateboarding en suelo chileno.

Sin embargo, los últimos meses, Stavros Razis (37), ha estado enfocado en recorrer diversas localidades de nuestro país para observar, evaluar y captar nuevos talentos.

La leyenda de la patineta es uno de los jurados del Rey de Reyes on Tour, uno de los torneos más importantes de Latinoamérica y que durante el verano desarrolla una serie de nueve clasificatorios en importantes pistas de Chile.

Uno de los últimos lugares que recorrió esta competencia, días atrás, fue el skatepark del Parque Ecuador de Concepción. En este tradicional espacio de adrenalina y esparcimiento, un total de 20 riders locales buscaron su boleto para representar a Bío Bío en la final nacional del certamen (que se efectuará el 16 de marzo en el Parque de Los Reyes, Santiago) y deleitaron a los espectadores con espectaculares trucos bajo la lluvia.

Esta jornada -que estuvo marcada por las gotas, la osadía de los participantes y la victoria de Matías Reyes- no sólo sorprendió a Razis, sino que también le volvió a demostrar que la Región cuenta con las condiciones y el nivel necesario para alzarse como potencia de este deporte creado para los más intrépidos.

– Intentando ponerte en el papel de espectador y no de jurado: ¿qué te pareció la fecha del tour del Rey de Reyes que se disputó en Concepción?

– La fecha estuvo increíble. Me encantó ver a los skaters participando a pesar de las condiciones climáticas, ya que, para quienes no saben, patinar con lluvia es algo súper complicado y peligroso. Es bastante complicado. Sin embargo, los muchachos compitieron igual y, como si fuera poco, tuvimos harto público. De verdad me sorprendió y me da razones para disfrutar cada visita a esta ciudad.

– Junto con destacar la valentía de los skaters penquistas, ¿cómo evalúas sus desempeños arriba de las tablas?

– El nivel de Concepción es súper bueno. Es una ciudad que siempre ha dado buenos skater y que tiene una gran escuela gracias a lo realizado por exponentes como Felipe ‘La Mona’ Opazo y Cristian Otero, quien sigue andando . Quienes patinan saben que Concepción tiene una escena potente y que aguanta todo, hasta la lluvia. Además, tiene una pista bonita que, pese a tener algunos desperfectos, permite reunir a mucha gente y seguir generando espacios para que crezca este deporte.

– ¿Cuáles son las imperfecciones del skatepark penquista? Pero, más allá de eso, ¿crees que es valorable que Concepción tenga un lugar para practicar este deporte sin restricciones?

– Mira, el lugar está bien y es súper bueno. El tema es que la distribución de los obstáculos y las terminaciones no son las mejores. No son las adecuadas. Pero, bueno, lo importante y valorable es que la gente de la municipalidad y otras autoridades creyeron y crearon este gran espacio para fomentar la práctica de este deporte que tanto nos gusta, que promueve la vida sana y que le permite a niños y jóvenes expresarse libremente.

– Considerando que el skateboarding día a día suma nuevos adeptos y que será deporte olímpico a partir de Tokyo 2020, ¿qué te parece la realización de eventos como el Rey de Reyes? ¿Es un estímulo importante para fomentar la práctica de esta disciplina?

– Me parece increíble que haya llegado esta competencia a Chile y que la podamos realizar durante tantos años. Es genial saber que hay grandes marcas que han apostado por ofrecer competencias de este tipo y masificar el deporte. Es un gran estímulo y que se puede apreciar en cada visita que realizamos a las ciudades, donde una buena cantidad de skaters se inscriben y se la juegan por representar a su zona. Imagínate si para ellos ya es importante la competencia local, cómo se vive la gran final nacional en la que pueden compartir con patinadores de toda Sudamérica y pelear por los 20 mil dólares que se reparten en la final. Esto es un impulso considerable y que el skate se merece, ya que es un deporte difícil y sacrificado, y que merece más premios y motivaciones de este tipo.