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Felipe Olivares, tenimesista: una vida en el extranjero luchando por sus sueños

Hace poco fue elegido como el mejor de su deporte por el Mindep y el IND. Junto con hablar de este premio, contó de sus días en Europa y lo que se viene para 2019.

Por: Ricardo Cárcamo 26 de Diciembre 2018
Fotografía: Raphael Sierra P.

Para Felipe Olivares, pasar estas fechas en familia es algo que anhela más que la mayoría de las personas. Y es que para alcanzar su mejor nivel en el tenis de mesa, hace años debió irse a vivir a Europa. Un tiempo que ha sido fundamental para alcanzar excelentes resultados, y en este 2018 su gran nivel le valió ser reconocido como el mejor de la Región en su deporte, en la premiación que realizó hace unos días el Mindep junto al IND.

“Primero que nada, quiero agradecer a ambas instituciones este reconocimiento. Significa mucho, hace poco pude venir a Los Ángeles después de mucho tiempo, pues estoy viviendo en República Checa. Es muy importante recibir este reconocimiento, me pone muy feliz y espero seguir representando de la mejor manera a la Región y a Chile”, comentó.

En su balance del año, destaca la clasificación conseguida para los Panamericanos de Lima 2019. “Fue un gran logro, pero también se consiguió una medalla en un panamericano específico, algo que Chile no lograba hace 15 años. Lima siempre fue nuestra prioridad, desde el Panamericano 2015 en Toronto. Y aparte de lograr la clasificación, pudimos obtener esta presea, lo que confirma que tenemos un gran equipo”, aseguró.

De la preparación para Lima, comentó que “debemos mantener el mismo sistema que venimos utilizando hace tiempo, con el apoyo de la Federación y del Comité Olímpico. En lo personal, estoy entrenando y compitiendo en la liga de República Checa, después de estar varios años en Alemania. Me entrena Petr Korbel, que estuvo cerca de ser medallista olímpico, y con el alto nivel del torneo que juego allá sé que llegaré en gran forma a Lima. Mis compañeros de selección hacen lo mismo, en otros países”.

Sobre su vida en República Checa, contó que “estoy ahí desde 2016. Antes, jugué y entrené por el Mainz 05, en Alemania, por seis años, y ahora represento al club Ostrava. Entreno seis, siete horas diarias, y también veo la parte psicológica con Juan Fernández, quien está en Chile pero la tecnología permite trabajar muy bien a distancia”.

Al respecto, agregó que “en pretemporada, entreno seis, siete horas por día, de lunes a sábado. Cuando parte la competencia, bajamos a cinco, de lunes a viernes y jugando los fines de semana”.

Totalmente adaptado

Olivares reconoce que se ha podido acomodar a todo lo que implica vivir en Europa. “Hace mucho calor acá, yo llegué directo del invierno de República Checa, con temperaturas de ocho grados bajo cero. Ahora, me cuesta más afrontar el calor cuando vengo (ríe)”.

En ese sentido, agregó que “me fui a Europa a los 17 años, sin hablar nada de inglés. Llegando allá aprendí casi solo, comunicándome con la gente. Después tomé un curso intensivo de dos meses, y ahora estoy aprendiendo checo. Sé algunas frases, lo básico, pues es mucho más complicado, pero sabiendo inglés igual te puedes arreglar”.

Olivares reconoce que estar tan metido en el deporte le ayuda a sobrellevar lo que significa estar lejos de los suyos. “Igual es complicado. Desde que me fui, cada día echo más de menos, aunque ahora el tema de la tecnología hace que todo sea más llevadero. Trato de ayudarlos en todo lo que puedo, económicamente y en cada cosa que necesiten. Allá tengo mis amistades, pero la concentración que se necesita para el deporte hace que no sea tan difícil. Sé porque estoy allá, cuáles son mis metas y el sacrificio debe valer la pena”.

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