“Me iba bien en los ensayos, pero otra cosa es la prueba. Ese día igual fui un poco nervioso, aunque sabía que me había preparado bien. Tenía metas altas”, cuenta Lucas Salcedo. El joven, de 17 años y estudiante del Colegio Pinares, supo este sábado que era uno de los puntajes nacionales de matemáticas. En un año de locos, porque combinó los estudios con la práctica del hándbol, donde hace rato es uno de los grandes proyectos de nuestra zona. Doble mérito.
El joven que defiende los colores de Deportes Concepción expresó que “no fue un año fácil, porque yo entreno tres veces a la semana, me toca viajar algunos fines de semana por el hándbol y me las arreglaba para hacer bien ambas cosas. Tenía cuatro horas de preuniversitario que también te suman. En los últimos viajes trataba de hacer algunos facsímiles, pero sabía que a última hora no vas a aprender lo que no aprendiste en años de estudio. Si te va bien es porque te aplicaste desde mucho antes y, para mí, matemáticas siempre ha sido un ramo donde anduve bien”.
Fue campeón en Argentina, defendiendo al “León de Collao”, y dos veces preseleccionado nacional. Lucas advirtió que “con ese currículum ya estoy pensando en la posibilidad de una beca deportiva. Para eso te piden algunos méritos, que creo que los cumplo, y también un puntaje mínimo. Para eso también estoy esperando cómo me va en Lenguaje, donde me iba bien, pero no tanto como en Matemáticas, donde igual esperaba que podía sacar un puntaje bien alto”.
Y es que sus expectativas son altas y, probablemente, lo obliguen a dejar la ciudad y su club. “Quiero estudiar Ingeniería Civil y mi primera opción es irme a la Universidad Católica, en Santiago. Sé que no basta con tener un puntaje nacional, porque a veces la exigencia es tan alta que igual no te alcanza. Mi otra alternativa es la Universidad de Concepción. Bueno, si me voy las cosas cambiarían mucho en lo deportivo. Me imagino defendiendo a la Católica, que siempre tiene muy buen equipo de hándbol, y quiero seguir practicando este deporte, que es algo que me gusta mucho”, sentenció.
Fueron 850 puntos que lo transformaron en uno de los 209 puntajes máximos del país. Lucas se despidió manifestando que “todo esto es gracias a mis profesores, al apoyo de mis papás y a la dedicación durante varios años. Se puede estudiar y practicar deporte, perfectamente. Todo a su tiempo”.