Gustavo Merino, el arquero que lo perdió todo, menos su sueño

23 de Diciembre 2018 | Publicado por: Paulo Inostroza
Fotografía: Carolina Echagüe M.

Hace exactamente 13 meses, el portero jugaba en Naval y un incendio lo dejó sin nada. Lo pasó muy mal, pero siguió trabajando y ahora saltará dos categorías para jugar en Primera División.

“Fue lindo cuando llamé a mi mamá para decirle ‘voy a jugar en Primera’. Era el sueño de toda la familia, que yo y mi hermano (Andrés) llegáramos ahí y me tocó a mí primero. Estaba tan contenta. Ella hizo mucho por mí”, cuenta Gustavo Merino. En noviembre de 2017, el portero jugaba en Naval, no le pagaban ni el sueldo y su casa, en Lenga, era devorada por el fuego. Lo perdió todo, vivió con su familia unos días en una sede. Hoy, es el nuevo refuerzo de Coquimbo y jugará en Primera División, contra Colo Colo, contra Católica. El sueño de un tipo humilde y trabajador se ha hecho realidad.

El “Pescado” recuerda que “cuando pasó lo del incendio fue durísimo, pero pasaron dos días y le dije al ‘profe’ Almendra que no me sacara del equipo, que necesitaba jugar. Ganamos, me dedicaron el triunfo y me hice más fuerte. Como familia, también nos unimos más. Trabajé aún más duro, me puse metas y este año llegué a Iberia, que es un equipo grande de Segunda. Ahí tenía que jugármela toda”.

Llevaba un par de campañas a gran nivel, pero Merino confiesa que “uno nunca sabe si realmente te están mirando. Yo pensé ‘ya, voy a trabajar calladito y el otro año me saldrá algo en Primera B’. Nunca pensé que daría el salto inmediatamente a Primera, es como soñado. Coquimbo me venía siguiendo hace un tiempo y este buen 2018 les hizo pensar que me la puedo”.

Será su primera experiencia fuera de la zona, a los 22 años, y cuenta que “acabo de firmar con Coquimbo, en la semana tengo que realizarme los exámenes y después de las fiestas ordenaré las maletas, me iré con mi pareja… Será un poco extraño, pero es un lindo desafío. Esto demuestra que si trabajas bien, siempre hay alguien que te está mirando, que valora lo que haces”.

Pero todavía no ha llegado a la meta final. Todo lo contrario. Ahora vienen desafíos más grandes porque le queda mucha carrera por delante. “Mira, yo soy bien realista. Sé que no voy como primer arquero, pero también confío mucho en mis condiciones y sé que en algún momento me tocará jugar. Buscaré mi oportunidad, siempre de manera leal, y cuando me toque, ojalá salga todo bien”, comentó ilusionado.