Deportes Concepción: un ascenso que no se pudo festejar con la copa en las manos
17 de Diciembre 2018 | Publicado por: Daniel Nuñez Durán
Pese a subir de categoría, los Lilas no pudieron festejar el título. Pilmahue fue superior y se llevó el trofeo de la Tercera B a Villarrica. Una merecida victoria.
Estaba todo preparado para que el final del partido fuera una verdadera fiesta. La ilusión se había instalado en los más de 20 mil hinchas que llegaron al Ester Roa Rebolledo.
Pero al final del encuentro, la sensación de amargura en los hinchas, plantel y dirigentes de Deportes Concepción era evidente. Se les había escapado la posibilidad de ser campeones en su estadio.
Pero esta historia comenzó hace dos semanas atrás, cuando los lilas superaron a Ferroviarios y lograron el ascenso a la Tercera A. Luego de aquel encuentro, los dirigidos por Esteban González se mentalizaron en alcanzar la copa.
El 0-0 obtenido en Villarrica avivaba la ilusión de toda una ciudad, que a mitad de semana ya había adquirido cerca de 15 mil entradas. Desde temprano, el estadio recibió a muchos hinchas y, minutos antes del pitazo inicial, la cancha ya casi con muchísimo público.
El juez Ignacio Navarro, hizo sonar el silbato y los lilas comenzaron a cantar. A un costado de la tribuna preferencial, los seguidores de Pilmahue tenían una fiesta aparte. En la cancha, los equipos no se daban tregua. El juego era peleado en mitad de cancha y los arqueros tuvieron muy poca acción. El primer tiempo finalizó sin goles.
Las caras de ilusión en los hinchas lilas comenzaban a cambiar al ver que el equipo no respondía en cancha y que era superado físicamente por el rival. Las barras no paraban de cantar y comenzado el segundo tiempo, se vivía una nueva historia.
Deportivo Pilmahue comenzó a dominar el partido y a acercarse cada vez más al arco de Cárcamo. Así, cuando el partido a los locales se les complicaba, el equipo del “Chino” González abrió la cuenta con un tanto que hizo explotar el Ester Roa. Era un desahogo que los ilusionaba a todos con la opción de gritar campeón al final del partido. Sin embargo, el árbitro anuló el gol por un supuesto y polémico fuera de juego.
Aquello desesperó a los lilas y Pilmahue aprovechó la situación para dominar el balón, tanto así, que en 20 minutos generó al menos cuatro llegadas claras. Tras varios tiros de esquina ejecutados de la misma forma, Andrés Bustamante se elevó más que toda la defensa penquista y con un certero frentazo abrió el marcador a los 72’, desatando la alegría de la hinchada verde y la angustia lila.
Los últimos minutos fueron de mucha desesperación. La ilusión de la hinchada se convirtió de a poco en desesperación. Iván Jara fue expulsado y todo se puso aún más cuesta arriba.
Pitazo final del árbitro y el “León de Collao” vio como su rival, que lo complicó durante varios partidos de la temporada, festejaba con la copa en sus manos, dejándolos así con una alegría a medias. Hubiese sido ideal y soñado un ascenso con título, pero pese al esfuerzo y al incondicional apoyo de su parcialidad, no se pudo consolidar con todo el festejo.
Los hinchas penquistas agradecieron el sacrificio de toda la temporada e iluminaron la noche con fuegos artificiales, aplaudiendo al equipo en su salida de la cancha. Pilmahue logró lo que para muchos era imposible. Silenciar un estadio repleto y gritar campeón a más de 400 kilómetros de su casa. Volvieron muy felices y con la copa a Villarrica.