Por uno y mil factores, diferentes disciplinas deportivas ven interrumpida su acción durante la temporada. ¿A los deportistas les acomodan o no los recesos? Hay algunos breves y otros no tanto, como el descanso por vacaciones que lógicamente en su mayoría agrada. Protagonistas cuentan sus experiencias, teniendo que convivir también con la presión y carga estudiantil.
Si por algo se caracterizó el actual torneo nacional de fútbol, fue por sus constantes recesos. Una situación incómoda y muy molesta para el público y los hinchas, que sin duda lo es de igual manera para los protagonistas del show: jugadores y cuerpo técnico.
“Se dio un año con un montón de recesos y no es bueno porque te saca de ritmo. Claro, a veces sirve para recuperar lesionados, pero en general perjudica. Si tuviese que elegir, no me gusta parar, pero ya es parte de la planificación que se hace a principio de año y no hay mucho que hacer”, dijo el “Tigre” Muñoz, arquero del Campanil.
El referente auricielo agregó que “si bien el entrenamiento día a día es a full, estás preparándote para un partido que se jugará en dos o tres semanas. Te levantas sabiendo que el fin de semana no vas a jugar. Hoy el deportista integral debe estar muy preocupado de todo y sin dar espacio ni lujo a descuidarse en cuanto a la alimentación. En el caso de las vacaciones, los recesos son mucho más largos y tienes que ir arreglándotelas para hacer algo, sino darías muchas ventajas para más tarde en la próxima temporada”.
Pero si la realidad de quienes son deportistas a nivel profesional es complicada cuando se detiene la competencia, ¿qué pasa con los que practican deporte amateur? Es el caso de Sebastián Otero, por ejemplo, rugbista de Troncos y en su momento hasta seleccionado nacional por su buen nivel demostrado fin de semana a fin de semana en Tineo Park.
A Otero le gusta el deporte, pero su prioridad está fuera de la cancha. Estudia ingeniería comercial en la U. del Desarrollo y actualmente está igual que muchos alumnos a nivel universitario: salvando el año en la parte final del semestre. “Cuando uno está de vacaciones, a veces te dan un mes para relajarte, comer, tomar o hacer lo que cada jugador quiera, pero regularmente cuando se acerca el torneo comenzamos a ponernos a tono, trabajando en la pretemporada muy fuerte. No es fácil, porque debes recuperarte de lesiones y ser responsable siempre en todo ámbito”, comenta Otero.
El rugbista forestal agrega que “estamos todos en las mismas en esta etapa del año, estudiando y tratando de salvar muchos ramos por lo mismo. Hay que tomar en cuenta que durante el año le dedicamos casi todo el tiempo al rugby, viajando fin de semana por medio a Santiago, jugando y regresando a Conce demasiado cansados. Entre noviembre y diciembre hay que ir subiendo las notas y compensar todo lo que no hiciste en el año. En esta etapa ya no sirven los 3,0 ni los 4,0. Cuesta mucho, porque somos de regiones y el rugby se juega casi todo en Santiago”.
El rugby nacional es totalmente amateur, con jugadores que juegan netamente por motivación propia y que de lunes a viernes trabajan y/o estudian. Los torneos suelen partir en junio y finalizar durante los últimos días de octubre o las primeras semanas de noviembre. O sea, los recesos y espacios donde no se compite oficialmente, son muy largos. “La alimentación cambia mucho. Ahora estoy comiendo un 40% de carbohidratos menos que en el año. Igual uno va a entrenar y se prepara físicamente cuando lo puede hacer, tomando en cuenta que siempre en enero se juegan los seven de verano. Son complicados los recesos, sí, pero a veces en mi caso hacen bien para tener un descanso mental por el mismo estrés que vivo estudiando, con pruebas, viajes y todo. Como estuve en la selección también, el tiempo a uno se le acota mucho”, cerró Otero.
El básquetbol nacional acaba de detenerse por los partidos de la “Roja” cestera en las eliminatorias rumbo al próximo mundial. Si bien no es un receso largo, es uno más de esos que parecen mínimos, pero que se suma igual a la lista. El base Alberto Aguirre es parte del plantel del Campanil y vive lo mismo que muchos deportistas, en cuanto a convivir con el estudio y el jugar frecuentemente por su club.
“Son complicados los recesos, aunque en este caso nos favoreció y no lo tomamos mal por dos cosas. La primera, porque llegó Malcolm White y así lo podemos afiatar más al equipo y nos vamos entendiendo mejor. Lo otro, principalmente por los dos jugadores de acá que están en la selección, como Diego Silva y Carlos Lauler. Desde ese punto de vista, no es que perdamos mucho”, comentó el jugador auricielo.
¿Se pierde rodaje cuando no hay competencia oficial? Sin duda, pero Aguirre agregó que “en recesos así como el actual, los entrenamientos son igual de intensos y duros. Uno siempre está con la mentalidad en el juego y, si tenemos dos semanas libres, la idea tampoco es perder el foco de querer ganar”. El tema es cuando hay vacaciones o descanso de por medio. “En ese caso es un respiro, por lo que todo lo que uno hace durante el año. El básquetbol profesional en Chile es muy alejado a como es en otros países. Yo estudio, por lo que en algunos casos me concentro más en terminar bien los ramos, mientras que otros trabajan y les sirve para concentrarse eso”.
Aguirre juega en el Campanil que todos los fines de semana salta a la cancha en la Liga Nacional, pero también representa los colores del equipo universitario que hace un par de semanas obtuvo el título de la categoría en los nacionales que se jugaron en Valparaíso. “Nuestra realidad en la U. de Conce igual es distinta a la de muchos, porque acá hay gente preocupada de que nos movamos y estemos siempre bien. Para otros es más complicado, en relación a que algunos deportistas que estudian no se toman todo en serio. El básquetbol profesional en nuestro país es distinto, pero acá nos inculcan a cuidarnos y estar en buen nivel.
La alimentación, nuevamente, asoma como un ítem relevante y dentro de los más importante en ese desorden que pueden sufrir los deportistas “amateur” en Chile y el Bío Bío. “Teniendo vacaciones o no, es complicada la comida, para ver cuánto es lo necesario para estar bien físicamente y sin fatigarse. Hay cosas que hacen bien y otras no. Se sufre con eso a vecea”, dijo Aguirre, que está terminando su tercer año como estudiante de pedagogía en educación física.
¿Es más difícil aun cuando debes compatibilizar toda la carga estudiantil con lo deportivo? “Fácil no es, pero en mi caso no cuesta, ya que tengo algunas facilidades por lo que estudio. Al final es bravo al ser lo último, pero hay carreras que sufren muchísimo en ese sentido, como quienes estudian medicina, carreras del área de la salud o todas las ingenierías”, cerró el base del Campanil.
Recientemente, finalizó el año como una de las mejores atletas del país. Javiera Faletto comentó hace unas semanas que aunque se trajo medallas desde las finales de los Nacionales Universitarios, su nivel estuvo lejos de ser brillante. Por su buen estado físico le bastó para cosechar buenos resultados frente a estudiantes que no están todo el año dedicados en un cien por ciento al deporte como sí lo está ella y de la manera seria en la que enfrenta el atletismo. “Muchos se preparan todo el año para estos Nacionales y por ahí todo se hace más parejo, en relación a que yo, por ejemplo, tiré ‘toda la carne a la parrilla’ en el primer semestre”, dijo en su momento.
Si no estaba en su mejor nivel y aun así ganó en 1500 metros y en 800 m. fue tercera, fue en un gran porcentaje porque recién está en proceso de preparación al primer semestre de 2019, donde tendrá muy duros desafíos. Una muestra más donde los recesos afectan, sea positiva o negativamente, a todos los deportistas.
El descanso, la alimentación, el autocuidado y las rutinas diarias de entrenamiento son vitales para estar activo y que la práctica sea regular en todo el año.
Todos, en sus rubros, suelen sufrir con el retorno al trabajo tras un período de vacaciones o descanso, lo que está dentro de lo normal. Para los deportistas y en su proceso de preparación para ciertas competencias, ese aspecto puede ser vital incluso para evitar lesiones. Sean cortos o largos, los recesos están y, por lo mismo, los cuerpos técnicos y entrenadores los asumen como parte de la temporada e intentan aprovecharlos de la mejor manera posible.