Mientras los ojos del mundo seguían puestos en la bochornosa suspensión de la Copa Libertadores en Buenos Aires por hechos de violencia, en Concepción las hinchadas de la UdeC y San Luis escribían una historia diametralmente opuesta, que vale la pena contar.
El fútbol, pasión de multitudes, lamentablemente ha ganado más portadas en los últimos días por situaciones lamentables. Los vergonzosos incidentes de violencia antes de la final de la Copa Libertadores de América entre River Plate y Boca Juniors, que terminaron con el bus boquense apedreado, con vidrios rotos y jugadores lesionados, volvieron a mostrar al mundo cómo el fútbol puede despertar reacciones así de animales en la fanaticada.
Un papelón que se fue agravando con las horas, cuando las dirigencias, en lugar de adoptar posturas conciliadoras y asumir estoicamente las consecuencias del bochorno, iniciaron una escalada de declaraciones desafortunadas, con un tono casi tan agresivo como en el de las barras bravas.
Sin embargo, sería injusto quedarse solo con esa visión del fútbol. Y sí, porque el domingo pasado, mientras los ojos del mundo aún seguían puestos en el Estadio Monumental de Nuñez, a la espera de una autorización que nunca llegó para jugar la final de la Libertadores, a 1.677 kilómetros de ahí, en un escenario diametralmente opuesto, dos clubes chilenos protagonizaban un historia que vale la pena recordar.
Finalizaba el partido entre la Universidad de Concepción y San Luis de Quillota, con un marcador 2-0 a favor del Campanil, que sentenciaba al visitante a la Primera B, cuando ocurrió lo inesperado: en el momento en el que elenco quillotano se retiraba de la cancha triste y decepcionado, la hinchada local los despidió con aplausos y palabras de aliento, que también se hicieron extensivos a su fiel barra.
El gesto no dejó indiferente a la dirigencia de San Luis, la que al día siguiente hizo llegar una carta de agradecimiento al Club Deportivo UdeC, la que transcribimos en su totalidad.
“Estimado Mariano Campos Ramírez, Presidente Club Deportivo Universidad de Concepción:
A través de la siguiente misiva, queremos agradecer el excelente trato recibido durante nuestra estadía en el Estadio Ester Roa Rebolledo de Concepción. Durante todo momento, nos sentimos acogidos y respetados, algo difícil de encontrar cuando se disputan instancias tan importantes como la que se jugó este pasado 25 de noviembre.
Pero más allá del trato interno de sus funcionarios y dirigentes, el cual siempre ha sido de excelencia, queremos destacar la nobleza de los hinchas de la Universidad de Concepción, quienes con un gesto de humildad que nos conmueve, despidieron a nuestros viajeros fanáticos de San Luis de Quillota con aplausos y palabras de aliento tras consumarse nuestro lamentable descenso a la Primera B.
Nos encontramos gratamente sorprendidos por la calurosa despedida que sus nobles hinchas hicieron a quienes viajan por todo Chile junto a nuestro Club. Fuimos testigos in situ del cariño y el respeto en un momento tan difícil como el que pasamos ayer.
Que no les quepa duda, que su lema “gana sin orgullo, pierde sin rencor”, está más que merecido para su institución e hinchas.
Un fuerte abrazo desde Quillota, San Luis de Quillota SADP”.
Palabras que reconfortan ante una actitud que conmueve, y que no tiene que ver con los tamaños de las hinchadas, sino con los valores que se transmiten a partir ejemplos y coherencia.
Esperemos que, en un futuro no muy lejano, gestos como este sean los que hacen noticia en el mundo y en las grandes finales. Solo así, el fútbol será más grande.