Equipo de Maxibasket de Concepción: El (pen) último cuarto

18 de Noviembre 2018 | Publicado por: Ricardo Cárcamo
Fotografía: Raphael Sierra P.

Llevan años jugando, y en sus categorías mayores algunos ya se acercan a los 80 años. Sin embargo, reconocen que cuando están dentro de la cancha es como si rejuvenecieran. ¿El retiro? Ni pensarlo. Ya hay otro mundial en la mira.

Martes 15 de noviembre, Colegio Concepción de Pedro de Valdivia. Son pasadas las 18 horas, y de a poco empiezan a llegar. Una rutina que lleva años, que para la mayoría puede aparecer incluso agotadora. No paran ni en invierno, aunque las condiciones climáticas no sean las mejores. Es que para los integrantes del equipo de Maxibasket de Concepción, estar dentro de la cancha significa mucho. Varios ya llegan a los 80 años, pero siguen jugando. Y no piensan en el retiro.

Hace poco, su categoría sobre 75 años se tituló campeona del nacional que jugaron en Puerto Montt. Fueron con más de 70 deportistas en las diferentes series, que parten en los 35 años e incluyen hombres y mujeres. En 2017, sacaron personalidad jurídica, y ahora su intención es postular a fondos que les permitan obtener apoyo económico para su funcionamiento. Y es que, por ejemplo, para ir a este torneo deben costearse todo, pasajes y alojamiento, aunque destacan que por primera vez tuvieron un apoyo, de $3 millones de la municipalidad de Concepción.

Salto inicial

Daniel Manríquez tiene 78 años. No los representa. Es tesorero del club y además integra la categoría sobre 75 años. “Como Maxibasket, el año pasado sacamos personalidad jurídica, pero esto viene de 1965. Antes, teníamos un equipo de ex Personal de la UdeC, y en ese tiempo había dos categorías: mayores de 40 y mayores de 50. Después, surgieron más. ¿Por qué seguimos jugando a esta edad? Nos gusta mucho, esa es la principal razón. Contamos con el apoyo del Colegio Concepción de Pedro de Valdivia, que nos facilita su gimnasio para entrenar dos días a la semana, martes y jueves. Invierno y verano, solo lo paramos cuando el establecimiento tiene vacaciones”.

Entrenan mucho, pero tienen pocos torneos en un año. “Hay un nacional, y también surgen otras competencias. Por ejemplo, el año pasado fuimos a Arica, a jugar un torneo interregional, en mayo. Además, también vamos a torneos al extranjero, porque estamos afiliados a una asociación de básquetbol senior, Fimba, que organiza un panamericano una temporada y a la siguiente un mundial. Este año, hubo un panamericano en Brasil, y de aquí fue el equipo de 70 años. En 2017, fuimos al mundial de Italia, con un equipo sobre 70”.

En ese evento en Brasil, uno de los protagonistas del elenco fue Arán Sáez. Profesor, de 72 años, recordó cómo se les escapó el título. “Perdimos la final por un punto, justamente con Brasil. Íbamos ganando por un punto, y teníamos la pelota, quedaban diez segundos. Era cuestión de darnos pases, pero nos pincharon el balón, hubo un quiebre, nos hicieron un doble y perdimos. A ese mismo equipo, en el Mundial de Italia de 2017, le ganamos por un punto en semis”.

El mismo Sáez comentó que es complicado sumar jugadores a esta avanzada edad. “Encontrar gente  sobre 65 años es difícil. Por ejemplo, nosotros en la serie de 70 tenemos siete de la Región, y uno que viene de La Serena, otro de San Fernando y uno de Valparaíso. Igual otro de Temuco. Así nos vamos armando”.

Raphael Sierra P.

Medio tiempo

¿Cuál es el secreto para mantenerse vigentes? “Ahora cuesta, termina un torneo y quedamos todos resentidos (ríe). Igual va en cada uno, el cuidado personal, cada uno sabe lo que rinde y cómo debe hacerlo para mantenerse. A nadie le gusta ir a un torneo y hacer el ridículo. Igual, esto nos renueva, nos da aire. En mi caso, tengo 78 años y sigo jugando. En mi categoría, hay cuatro de mi edad. Además, después de tantos años somos amigos, de repente hacemos su tercer tiempo igual. ¿La familia? Respeta que uno juegue, le gusta. En mi caso, ya llevo 57 años casado, y a esta altura mi señora ya no alega nada (ríe)”, dijo Manríquez.

Sáez agregó que “algunos que todavía trabajamos tenemos facilidades de nuestros empleadores para ir a los torneos. Aunque existe una ley del deporte que autoriza a ausentarse con goce de sueldo, no es la idea. En mi caso, siempre he tenido la facilidad… Juego de los ocho, llevo jugando como 62 años. He tenido algunos esguinces, y a esta altura empiezan a fallar las rodillas, pero es un proceso lógico. Se asume así”.

En ese sentido, agregó que “cuando uno cuenta, se enteran que fuimos a un campeonato y ganamos, muchos me dicen ‘y usted todavía juega’. Se extrañan. Igual, uno sabe que mucha gente de nuestra edad está inactiva, enferma, hasta postrada. Entonces, la forma de vida que llevamos lo permite. Abrazamos un deporte y nunca lo hemos dejado de lado. Ninguno es bebedor en exceso, nos cuidamos en las comidas”.

Héctor Gutiérrez también pasó la barrera de los 70 años (72) y siempre busca transmitirle su experiencia a los más jóvenes. “Yo también juego en Bellavista con algunos de 40, y me preguntan hasta cuándo voy a jugar. Yo les cuento para que vean que es posible, que uno cuidándose y siendo activo puede mantenerse vigente, en la cancha, que es lo que a uno más le gusta. Eso no pasa mucho ahora, hay un descuido por el cuerpo primero, porque no se valoran los beneficios que puede traer este estilo de vida. Nosotros fuimos a un nacional recién donde compitieron 1.300 personas, y nadie lo cubre. Es un ejemplo de cómo el deporte puede alargarte la vida en el buen sentido”.

Raphael Sierra P.

¿Overtime?

Pasan los años y siguen en la cancha. Activos, con dolores, pero las ganas de jugar son más fuertes. Y siempre hay un objetivo nuevo que renueva ese gusto por el deporte.

“El próximo año hay un objetivo claro, que es ir al Mundial de Helsinki, Finlandia. Será en julio y agosto. Capaz que el otro año vayamos, después vendrá otra competencia que puede ser en Japón, China… Imagínate. Si estamos acá, vamos a querer ir”, indicó Sáez.

Manríquez lo reafirma, y aseguró que ya piensan en este nuevo desafío. “Por lo menos, hay dos categorías que quieren ir, que son las de 70 y 75, y también están interesados los de 60. Hay que ver cómo lo financiamos. Ahora que tenemos personalidad jurídica, podemos postular a fondos, proyectos. De hecho, hace poco nos ganamos uno para contratar un profesor para que nos haga clases, preparación física, con apoyo del IND”.

Gutiérrez también se refirió a este objetivo, y lo que cuesta lograrlo sobre todo en el ámbito económico. “El otro día tuve una reunión familiar en Rancagua, y casualmente alguien se va a trabajar a Helsinki, y me decían ‘ya, tienes listo el viaje para el mundial el otro año’. Pero es tu entorno, ellos son los principales hinchas. Esto no vende”.

Y como ha sido su historia, seguramente lo van a lograr. Estarán ahí, y lo más probable que peleando una medalla. ¿El retiro? Ni pensarlo. “Seguiré jugando hasta que me la pueda (ríe). Después, la idea es acompañar o estar ligado de alguna manera”, comentó Manríquez. Por su parte, Sáez indicó que “no sé cuándo me voy a retirar… Yo creo que van a velar en un gimnasio”. Gutiérrez también se ve por mucho más en una cancha. “Uno está convencido, no hay forma de dejarlo. Por eso, cuando me preguntan hasta qué edad voy a jugar, digo hasta que no pueda más”.