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Tenis de mesa de Adicpa vivió tercer torneo de 2018

En el Colegio Concepción Pedro de Valdivia se vivió otra jornada del tenis de mesa en Adicpa. Muchos niños, desde Quinto a Octavo Básico, compitieron buscando un lugar en el master de fin de año. El árbitro Víctor Pasmiño fue el gran encargado de supervisar la jornada y analizó en detalle la disciplina.

Por: Carlos Campos 27 de Agosto 2018
Fotografía: Isidoro Valenzuela M.

Estuvo la semana pasada en el Fiscal de Talca trabajando como juez de línea, pero el viernes se encargó de estar supervisando y observando atentamente a decenas de motivados pequeños estudiantes.

Víctor Pasmiño es árbitro desde 2007 y además profesor de educación física. En el Colegio Concepción Pedro de Valdivia trabaja desde hace un par de años y, específicamente, desde 2014 está a cargo de la disciplina en aquel colegio que el viernes animó una muy entretenida jornada. Alrededor de 60 niños provenientes desde diferentes establecimientos como el Salesiano, Los Acacios, Concepción San Pedro, Liceo La Asunción, Saint John’s, Almondale Lomas y San Pedro, Instituto Humanidades, San Cristóbal, se reunieron en el Concepción Pedro de Valdivia, también participante, para dar vida a la tercera jornada del tenis de mesa de Adicpa del año. Las dos primeras se realizaron en el semestre anterior y el anfitrión, en ambas oportunidades, fue el Colegio Concepción San Pedro.

“El tenis de mesa se divide en cuatro fechas al año, más una quinta que es un master, donde se reúnen a final los alumnos que sacaron mejor puntaje durante la temporada. Ahí se va premiando a los mejores en cada una de las categorías. Se juega a mediados de noviembre”, comentó el profesor Víctor Pasmiño.

Víctor Pasmiño | Foto por Isidoro Valenzuela M.

La competencia que se vivió en el gimnasio del colegio desde las 15 hasta las 18 horas, tuvo a los niños de Quinto, Sexto, Séptimo y Octavo como grandes protagonistas. Hay lugares para todos, eso sí, y en ese sentido también la disciplina tiene competencias para estudiantes desde Primero Básico hasta Cuarto Medio, pero aquello va dividido también en otras dos categorías. La idea es que la competencia sea lo más pareja posible y, por ende, los chicos de Primero Básico juegan ante los de Segundo, los de Tercero con los de Cuarto, y así sucesivamente conforme van pasando de curso.

Polifuncionales

Son muchos los partidos que en cada jornada se van disputando en simultáneo. Por ello, los “árbitros” encargados de anotar los puntos y sets que va ganando cada jugador, son los mismos niños. Se forman grupos de tres estudiantes, dos de ellos juegan, el otro cumple ese rol y así se van rotando. De esos tres, solo uno quedará eliminado, pero por lo menos asegura disputar dos partidos. Así no se desmotivan y van felices a competir y divertirse.

“El tenis de mesa es considerado un deporte de caballeros. Rara vez hay discusión en algún punto. Y si eso llegara a ocurrir, el partido se detiene y un profesor se acercará a definir la situación. A veces igual pelean por puntos, porque quieren competir, pero pasa poco”, detalla Pasmiño.

El juez nacional trabaja en los duelos de Primera B, y cada fin de semana debe lidiar con intensos reclamos no solo de los jugadores de cada club, sino que además de los mismos hinchas que llegan a los estadios. Una realidad absolutamente distinta a la que vive en cada jornada de tenis de mesa.

“Esta experiencia ha sido muy linda y enriquecedora. En 2014 empecé a dedicarme a este tema y con la ayuda de otros profesores me he ido perfeccionando. Es un mundo aparte al arbitraje. Acá los niños desarrollan muchísimo la concentración, ya que el tenis de mesa es un deporte sicológico. Creo que durante estos cuatro años que llevo acá hemos cumplido todos los objetivos que como institución nos hemos trazado”, dijo Pasmiño.

Además, agregó que “el tenis de mesa antes estaba un poco dejado de lado acá en el colegio y en 2014 tuvimos un tercero regional que ya se fue del establecimiento. En 2015 lo mismo y así hemos crecido con el paso de los años. Cada año ha sido más complicado, porque los alumnos van entrenando mucho más y se perfeccionan no solo en colegios, sino que en clubes. La competencia es cada vez más dura y el balance es muy positivo en general. Hay que seguir apoyándolos para que el tenis de mesa sea mucho más masivo. Eso sí, cada colegio tiene claro que para los niños el estudio siempre está primero”.

Foto por Isidoro Valenzuela M.

¿Y el master?

Al master llegan los mejores ocho de cada categoría, más el noveno y décimo, quienes son arrastrados por el campeón y subcampeón. Son diez alumnos que compiten entre Primero y Segundo Básico, diez más de Tercero y Cuarto, y así. Solo los mejores llegan a esa etapa final del año, que aún no tiene sede definida. Aún resta una fecha y si bien varios han sacado una amplia ventaja, como Guillermo Véjar, hay otros que lucharán hasta el final por su lugar.

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