La deportista paralímpica no pudo repetir el bronce de la edición pasada del torneo, y se enfocará en el certamen continental que tendrá lugar en Canadá el próximo mes. Por su parte, María José Maillard pasó a la final del C2.
No pudo destacar en la pista como en otras oportunidades, pero su actitud ganadora y entereza de espíritu, permanecieron intactos; digno de una mujer que le ganó a las vicisitudes de la vida.
Katherinne Wollermann cerró ayer su participación en el Campeonato Mundial de Canotaje en Montemor-o-Velho, Portugal, finalizando en la sexta posición de la Final A de la categoría paralímpica KL1 200 metros. La chiguayantina no pudo así repetir su aplaudida actuación en la edición anterior del evento, realizada en República Checa, donde se colgó la medalla de bronce.
En esta ocasión, una serie de situaciones afectaron a la deportista nacional que, aun así, se dio maña para marchar segunda durante buena parte de la carrera y luchar hasta el final por su opción de podio. Finalmente, se quedó sin fuerzas en los metros finales, lo que fue aprovechado por la ucraniana, Maryna Mazula, quien se quedó con la victoria con un tiempo de 55 segundos y 665 centésimas. Segunda llegó la italiana, Eleonora de Paolis (a 1 segundo y 130 centésimas), mientras que tercera fue la británica defensora del título, Jeanette Chippington, que arribó a 1’’.385 de la ganadora.
Por su parte, Katty cronometró 59.115 segundos, cerca de los 56’’.348 con que consiguió la plata en la Copa del Mundo de mayo en Hungría. La superaron también, Alexandra Dupik (Rusia) y Maosan Xie (China), mientras que la japonesa, Monika Seryu finalizó en la última posición.
Cansada, aunque con la entereza que la caracteriza, se encontraba Katherinne Wollermann una vez finalizada la competencia. Desde Europa, la mejor palista paralímpica de Sudamérica se refirió a lo que fue su actuación en aguas lusas.
“Mi carrera no estuvo buena, mis tiempos tampoco eran los que hice, hubo mucha presión negativa antes de competir. Entonces, la posición de hoy (ayer) se ve reflejada en cosas multifactoriales que afectaron de forma negativa mi desempeño”, dijo la kayakista, quien se excusó de ahondar en los factores que influyeron en su trabajo. “No puedo entrar en detalles porque aún estoy en evaluaciones, una vez que se defina contaré lo sucedido”, añadió.
Con todo, Katty mantiene la moral en alto. “No siempre se puede ganar, lo importante es aprender de cada competencia, porque con eso nos hacemos grandes. Sin duda alguna, necesitamos estar arriba para ver qué bien se siente, pero también necesitamos estar abajo para crecer. Hoy tocó perder, pero lo importante es volver con más fuerza, sabemos el nivel que llevamos y seguiremos entrenando duro”, resaltó.
Ariel Rubilar, entrenador de la deportista, analizó el cometido de su dirigida, lamentando las situaciones extras que se dieron. “Es muy doloroso, porque sabemos que ella está en un mejor nivel y no lo pudo demostrar. No logró llegar a su velocidad máxima, ni menos mantenerla por razones que se escaparon a lo esperado. Debió pasar un proceso de clasificación funcional (determinar a qué categoría corresponde según su discapacidad) que le ocasionó incertidumbre y un desgaste psicológico extra, que sumado a la fatiga por las altas temperatura y el entrenamiento, presentó un escenario totalmente negativo para la competencia. Además de todo eso, comenzó la prueba con espasmos; por eso digo que afectaron muchos factores”, analizó.
“La meta final son los JJOO de Tokio 2020. El clasificatorio es el Mundial del próximo año y sé que es una mujer fuerte, que se levantará de esta caída con mucha más fuerza y determinación para enfrentar las barreras que se encuentre en el camino”, sentenció.
Pero Katy no tendrá mucho tiempo para lamentarse, pues en septiembre tendrá un nuevo desafío por delante cuando con el Panamericano de Canadá, donde defenderá el título de campeona.