La arremetida del atletismo local para recuperar el Estadio Militar de Concepción
23 de Julio 2018 | Publicado por: Samuel Esparza
Una pelea de décadas viene dando la Asociación Atlética Regional en pos de recobrar el recinto, expropiado por el Ejército tras el Golpe. Esta vez, junto con recabar antecedentes que la confirman como genuina dueña, está dispuesta a llegar a las más altas esferas para lograr su propósito ¿Podrá conseguirlo?
En la escritura pública del 8 de octubre de 1921, legalizada ante el notario de la época, Félix Larenas, consta que el particular, Gregorio Larenas del Río, vendió a la Asociación de Deportes Atléticos de Chile, un predio ubicado en la Avenida Miguel Ignacio Collao, compuesto de 56 mil metros cuadrados de superficie.
Según el documento, rescatado por la actual Asociación Deportiva Regional Atlética del Bío Bío (sucesora de la mencionada asociación de deportes), los límites del lugar eran: al norte, con el Río Andalién; al sur, con predio de la Sucesión Pastene Mercado y otros, Avenida Miguel Ignacio Collao de por medio; al oeste, con la propiedad de la Sucesión Galan, y, al poniente, con la de la sucesión Gohiveng.
Hoy, parte del lugar es ocupado por el terminal de buses de Concepción, la zona residencial adyacente, y el Estadio Atlético Militar. Por tanto, el escrito es la prueba fehaciente de algo que viene sosteniendo desde hace largos años la asociación atlética: que históricamente, el recinto deportivo le pertenece.
De ahí que hace ya largos años, la entidad venga solicitando públicamente la recuperación del lugar que, después del Golpe Militar, fue confiscado por el Ejército.
La campaña ha traspasado gobiernos y todo tipo de autoridades, volviendo siempre a fojas cero. Cuando fue alcaldesa (2009), la hoy diputada Jacqueline van Rysselberghe se entrevistó con el ministro de defensa, Francisco Vidal, aunque sin resultados. Posteriormente, ya como intendenta, sus planes para el espacio incluían levantar ahí un centro de alto rendimiento.
“Las autoridades llegan hasta cierto punto, pero todo lo avanzado se retrocede al llegar un nuevo gobierno. Cada vez que hay cambio de administración, debemos partir desde cero, por eso nunca logramos nada”, dice al respecto la presidenta de la Asociación Atlética del Bío Bío, Mónica Fredes.
Improductivo fue también el apoyo que en su momento dieron los ex ministros del Deporte, Natalia Riffo y Pablo Squella, quienes pese a mostrarse dispuestos, no exhibieron avances concretos.
Ante este panorama es que la asociación comenzó una arremetida a todo nivel para conseguir el objetivo. Para ello, hizo un exhaustivo trabajo de recopilación de toda la información oficial sobre la propiedad, desde su adquisición en la década del ‘20, hasta la posterior sesión al fisco en la década del ‘40 y la expropiación militar.
Acometida que parece ser decisiva, tal como se desprende de las palabras de Fredes. “La paciencia ya se acabó, ahora ocupamos todos los medios tecnológicos y reunimos el respaldo legal posible. Haremos lo que esté en nuestras manos para reconquistar un espacio que es nuestro y que necesitamos para desarrollar la disciplina”, advierte.
Cronología
De acuerdo a la compilación hecha por la Asociación Atlética, en septiembre de 1947 se hizo un contrato de compraventa por una expropiación del fisco, donde se sacó una porción para la construcción del “estadio de Concepción”, esto por un monto de $381.107. En su lugar, finalmente se construyó el terminal de buses y un sector residencial, mientras que a fines de la década del ‘50 comenzaban las obras para el estadio municipal penquista en el lugar que hoy ocupa.
De ahí hay que remontarse a 1976 con el Estadio Atlético Puchacay ya construido y en pleno funcionamiento, cuando, a través de un decreto, el Gobierno Militar despojó a la asociación del recinto deportivo para, en las postrimerías de la Dictadura (1988), traspasarlo, mediante el decreto exento número 89, al Ministerio de Defensa Subsecretaría de Guerra. Aquello pese a que la propiedad no era fiscal, sino que tenía dueño debidamente inscrito: la Asociación de Deportes Atléticos de Chile, hoy Asociación Deportiva Atlética del Bío Bío.
Trámite que, ante las primeras voces que se levantaban para recuperar el recinto, fue ratificado oficialmente en 1998 cuando se hizo la inscripción legal a nombre del Comando de Bienestar del Ejército, en base a un oficio que se envió al Conservador de Bienes Raíces.
Cuestión de justicia
“Nuestros atletas no tienen donde lanzar jabalina, bala, disco o martillo, porque aunque existe buena voluntad de la administración del Estadio Ester Roa Rebolledo, ellos cuidan el pasto para los partidos y está prohibido hacer lanzamientos. Cuando hay eventos grandes, ya sea musicales o encuentros de fútbol importantes, nosotros quedamos sin recinto por unos tres días. Algo lógico, porque estas empresas de espectáculos y los equipos de fútbol pagan, y eso permite mantener el estadio; nosotros lo ocupamos absolutamente gratis. El resto de las fechas, debemos hacer nuestros campeonatos en la mañana, cuando hace mucho frío, provocando muchas veces que los chicos se desgarren y lesionen”, parte diciendo la presidenta de la asociación regional, Mónica Fredes.
La mandamás, que representa a 18 clubes y más de 600 deportistas de la Región, continúa. “El año pasado no pudimos realizar el torneo Soprole, porque el Estadio Militar cierra los domingos. Tenemos campeones en lanzamiento, como Ignacio Toledo (jabalina), que no tienen dónde entrenar. Si lográramos recuperar el Estadio Atlético, podríamos techarlo y no solo sería para el atletismo, sino que un gran polo de desarrollo deportivo. Tenemos un estadio espectacular al lado que es el Ester Roa y si tuviéramos el estadio atlético en buen estado, podríamos ser la única sede en Chile en condiciones de traer eventos internacionales, porque para organizar un Panamericano o un Mundial, hay que tener dos estadios, uno para entrenar y otro para competencias”, asevera.
En ese sentido, Fredes reafirma la idea de que el recinto está subutilizado. “Se usa muy poco porque está mal mantenido. Cuando vamos a hacer competencias de lanzamiento allá, no hay fosos; la pista está en pésimas condiciones para correr; no hay camarines y los que están habilitados, son para la Universidad San Sebastián, que arrienda el lugar. Pero si usted ve, los asientos están deteriorados, son los mismos de color azul que el año 1976 cuando nos quitaron el estadio. Hay un gimnasio que el Ejército presta sólo de vez en cuando, ya que lo ocupa la USS”, sostiene.
“El 2017 hicimos el selectivo a los Juegos de la Araucanía en Chillán, porque ahí tienen un estadio apropiado, a veces debemos ir a Los Ángeles. Pero aquí los chicos no tienen dónde lanzar, y eso afecta porque no podemos sacar lanzadores; los chicos se desmotivan, tenemos a Juan Pablo Rivera, mejor en bala, tenemos chicos lanzadores de martillo que lanzan donde pueden. Tan mal está la cosa, que ya ni siquiera tienen entrenador porque se aburrió así que trajimos a un venezolano que ojalá contraten”, añade.
Y culmina, “Más de 20 años es bastante para que nos escuchen. A lo mejor, el Ejército tiene todo en regla, pero se trata de una cuestión de justicia, ellos nos quitaron algo que era nuestro, y de mala manera porque fue en un momento en que no podíamos reclamar. Si las personas que estaban al frente en ese minuto hubiesen reclamado, ya sabemos lo que les habría pasado”.
“Si recobráramos el estadio, conseguiríamos recursos para implementar una pista buena, fosos de lanzamiento, salas de musculación. Hasta podríamos tener un hotel como Osorno o Temuco, que tienen estadio de atletismo con hoteles que incluso sirven para otras disciplinas. Es un terreno grande donde incluso se puede hacer un velódromo y una piscina, quien sabe. No somos egoístas como para decir que lo queremos solo para nosotros, pero una pista techada quedaría espectacular porque en la Región llueve tanto que los mejores atletas se van a Santiago”.
Aterrizando ilusiones
Desde la asociación aseguran haber enviado el 20 de junio toda la información a las autoridades, desde el ministro de Defensa hacia abajo, incluyendo los parlamentarios por la Región y el intendente, siendo el diputado por el Distrito 20, Leonidas Romero (RN), el único quien acusó recibo, llevando al tema a la cámara para pedir que la Comisión de Defensa reciba a la directiva de la asociación atlética y solicitando mediante oficio, información del tema al comandante en jefe del Ejército, general Ricardo Martínez.
“El Estadio Atlético es de la comunidad, así fue concebido y así fue inscrito legalmente. Debe ser entregado a la comunidad y, si fue traspasado al Bienestar del Ejército, no creo haya sido para que se hiciera negocios con él. El Ejército de Chile no es una inmobiliaria, ni una sociedad anónima, no está en sus funciones administrar estadios ni lucrar con el patrimonio de los chilenos y en especial de la gente y deportistas de mi Región”, expresa categórico Leonidas Romero.
Desde el Gobierno, el seremi del Deporte, Juan Pablo Spoerer, aterriza el tema y explica sus alcances. “En lo que se refiere a recuperación por un tema de justicia, estamos de acuerdo en que sí se puede investigar, revisé los antecedentes legales y existen argumentos para hacer la solicitud que corresponda a Defensa, realizar un trabajo con Bienes Nacionales a la usanza de lo que se hizo con Cema Chile. Como autoridad central, haremos las solicitudes sabiendo que no depende de nosotros, sino que de Bienestar del Ejército. El intendente también está al tanto y está haciendo las averiguaciones con Bienes Nacionales porque, dependiendo del camino que se tome, hay dos opciones: una desafectación vía Bienes Nacionales, o un cambio de utilización o sesión de Bienestar del Ejército, lo que es un poco más largo en su faceta administrativa”, parte.
“Visitamos el estadio con la ministra Pauline Kantor y está en condiciones deplorables, la pista de ceniza de ceniza tiene poco, la cancha tiene cráteres, el parquet del gimnasio no está para ser utilizado a nivel competitivo. Entonces, hay que desarrollar un proyecto de infraestructura importante en el lugar, que significará un desembolso altísimo de dinero, y posteriormente también para su administración, porque como IND y Mindep a nivel regional, no tenemos capacidad de recursos humanos para administrar recintos, todos están entregados en administración delegada, principalmente, en municipios. La política regional y el plan estratégico establecen la creación de una corporación regional de deportes, que nace para que administre el Centro Polideportivo del Bío Bío. Ahí tendríamos un organismo especializado que podría articular recursos de privados y del nivel central público para la administración de infraestructura deportiva”, argumenta.
Pero Spoerer va más allá y admite que hay prioridades a seguir en el ámbito de infraestructura deportiva. “En la política inicial de infraestructura del Presidente Piñera, el diagnóstico es que no se necesita mucho más de lo que ya tenemos, la idea es invertir en lo que se tiene hoy en día, dejarlo en óptimas condiciones y esto a todo nivel: recintos privados, municipales, incluso de organizaciones deportivas; darle mucha utilización, o sea el día que tengamos basquetbolistas que se nos queden afuera de un gimnasio, entonces ahí ya sería necesario construir otro gimnasio”, subraya.
Y agrega que, “Por ahora, las intervenciones en infraestructura deben ser casi quirúrgicas para priorizar de buena manera los escasos recursos que tenemos para inversión deportiva. Tenemos nuestro plan de inversiones aprobado por el Consejo Regional a inicios de año y eso priorizamos. La ministra ya anunció que será prioridad el Centro de Entrenamiento Náutico, son deportes estratégicos de la Región y debemos invertir en ellos. En la provincia de Arauco ya tenemos recursos aprobados para el Polideportivo de Cañete, que además también se hace cargo de un deporte estratégico como el balonmano que en esa zona tiene mucho impulso”, acota.
A juicio del seremi, dentro de estas “intervenciones quirúrgicas” no cabría el Estadio Atlético. “En un principio creemos que no, porque estamos de acuerdo que el plan estratégico habla de un estadio atlético de Concepción, pero no dice cuál ni dónde. Por eso hay que darle más utilización al Ester Roa, no estamos diciendo que sea un elefante blanco, sino que necesitamos que esté utilizado todo el día. Y para eso, necesitamos que se incluyan a los colegios, universidades, asociaciones, clubes deportivos, CER, de modo que cuando ya tengamos atletas que se nos queden afuera, digamos ‘ahora es necesario otro estadio atlético regional’. Porque la inversión sectorial en el Ester Roa fue altísima, $22 mil millones y yendo más allá, si uno ve el plan comunal de deporte de la comuna de Concepción, ellos lo reconocen como principal recinto deportivo de la comuna. Y en el diagnóstico, se resalta como falencia que la infraestructura municipal está subutilizada. No es algo que le estemos diciendo nosotros al alcalde, se lo está diciendo su propio plan comunal que desarrolló su oficina de deportes en conjunto con la seremi, pero en la administración anterior”, clarifica.
Al cierre, Spoerer adelanta una tarea que se pone como meta: utilizar el Estadio Ester Roa para lanzamientos. “Quizás nos demos con una pared, pero necesito dar esa pelea por un tema de priorización de recursos. Necesito buscar la posibilidad de que el lanzamiento, al menos en competencias, se haga ahí, darle la utilización que corresponde atendida la inversión que se realizó. Tengo clarísimo que el pasto es una maravilla, felicito al encargado y a la Municipalidad por su condición, pero necesitamos darle mayor uso. Ahora la asociación está solicitando y nosotros veremos la opción de apoyarla con el Sub 20 de atletismo, estamos claros que en el estadio atlético es absolutamente imposible hacer una competencia de esa envergadura en materia de lanzamiento, tendría que ser sí o sí en el Ester Roa. Al final, si sacamos la cuenta de cuánto saldría en el corto plazo formular un proyecto de un recinto atlético en el ex estadio Puchacay, saldría más barato usar el Ester Roa, aunque que tengamos que cambiar las regaderas si se dañan. Para la cantidad de competencias que serían dos o tres anuales, como la final de segunda categoría de los Nacionales Escolares; la final de Educación Superior, y algún evento internacional, quizás siga siendo más barato reponer la cancha para eventos de lanzamiento en un año, que los miles de millones que nos costaría el desarrollo de un estadio atlético”, concluye.