Llegaron con vida a la fase más decisiva del Mundial, desde ese lado del cuadro donde cualquiera podía ser campeón. Casi todos eran favoritos, excepto México y Japón, por lo que hablar de un duelo entre Francia y Bélgica perfectamente podría haber sido la gran final de Rusia 2018.

Pero solo uno seguirá en la lucha por la Copa del Mundo. Francia dejó en el camino a Argentina y Uruguay, consolidando su mejor versión ante el equipo de Tabarez, Suárez y Cavani. Y aún así queda la sensación de que el equipo puede dar mucho más de lo que exhibe. Es como si jugaran a media máquina y apuran su rendimiento cuando quieren. Un factor físicamente muy positivo, ya que no parecen una de esas selecciones agotadas desde el punto de vista de las lesiones, como Croacia, por ejemplo, que jugó dos alargues en Octavos y Cuartos de Final.

Los galos cuentan con un equipo de lujo que conforme al paso de los partidos sigue consolidándose con figuras a nivel mundial que brillan en las mejores ligas de Europa, y otros que han sorprendido muy gratamente, como los laterales Benjamin Pavard y Lucas Hernández, dos piezas fijas en la oncena.

Mbappé y Griezmann forman una dupla letal acompañado de un Giroud poco protagonista. Kanté es uno de los mejores en su posición como volante y junto a Matuidi -que retorna tras su suspensión- y Pogba, protagonizan un mediocampo que cualquiera DT quisiera.

¿Y Bélgica?

Dejaron fuera a Brasil de la Copa del Mundo, ¿qué mejor argumento que ese para ser candidatos fijos a quedarse con el título? El partido de Hazard ante el “Scratch” fue casi consagratorio. Lukaku es uno de los mejores del mundo, Courtois se ha lucido, Fellaini ha cumplido y marcado al igual que De Bruyne. Nunca han jugado una final a nivel adulto y quieren demostrar que lo pueden lograr hoy. Nivel tienen y ya despejaron las dudas que dejaron ante Japón.

El de hoy asoma como partidazo, ¿habrá finalista inédito o Francia se encaminará a su segundo título?