Británicos no tuvieron problemas para vencer a Suecia e instalarse entre los cuatro mejores. Los penales pusieron fin al sueño ruso, ante una Croacia físicamente agotada.
Parece ser ese lado del cuadro mirado en menos. En la previa al Mundial, Alemania y España eran los favoritos para instalarse en las semifinales, pero esta Copa del Mundo ha dado muchas sorpresas.
Algunas de ellas han sido Rusia, Croacia, Suecia e Inglaterra. Unas más que otras, pero ayer dos dijeron adiós al sueño mundialista.
Tomando en cuenta lo estrecha de las demás llaves, la tarea de los ingleses ante Suecia fue sencilla. Ante Colombia sufrieron mucho, pero lo de ayer fue más relajado. Dio la impresión que nunca Inglaterra debió esforzarse en demasía para vencer a Suecia e instalarse en la ronda de los cuatro mejores.
Pickford fue figura en el arco eso sí, evitando las pocas llegadas de los suecos. Maguire y Dele Alli fueron los goleadores del partido sacando provecho al expediente que ha sido protagonista en el Mundial: el balón detenido. Al 30’ y 58’ y mediante cabezazos, anotaron el defensa del Leicester City y el mediocampista del Tottenham.
Guidetti ingresó buscando no solo mayor poder ofensivo, sino que intentando liberar al otro atacante, Berg, para tener más ocasiones de gol e inquietar a Inglaterra. Nada de eso, los británicos manejaron a la perfección su ventaja, dejando ir los minutos e intentar hacer daño en cada contragolpe. Fueron los primeros del sábado en sellar su paso a semifinales y los terceros del Mundial, tras Francia y Bélgica.
Por más que haya tenido rivales accesibles para meterse entre la ronda de los cuatro mejores, lo de Inglaterra en Rusia consolida el que ha sido un sólido trabajo desde hace muchos años. Claro, Panamá, Túnez, Colombia y Suecia no son potencias mundiales, pero no es el primer equipo británico en acceder a instancias decisivas.
El año pasado, por ejemplo, la Sub 17 y Sub 20 inglesas, levantaron el título en los mundiales de ambas categorías, sumado al actual título en el torneo Esperanzas de Toulon que tienen los europeos. Además, el buen presente futbolístico no solo lo protagonizan los varones. Las damas lograron medalla de bronce en el último Mundial de 2015. El lado del cuadro en la presente Copa del Mundo no les fue tan duro, pero los buenos resultados hablan por sí solos de un buen trabajo que no los tiene en lo alto por casualidad.
Además, la nómina completa de 23 jugadores de Inglaterra en Rusia 2018, cuenta con un gran detalle. Todo el plantel juega en la liga de su país, característica muy relevante y poco frecuente en los principales torneos del mundo.
A diferencia del primer partido, Rusia y Croacia protagonizaron un partido más estrecho. Ambos no se salieron del libreto mostrado en Octavos de Final ante España y Dinamarca, respectivamente, con un juego marcado por el pragmatismo en defensa sin arriesgar más de la cuenta en ataque. El local abrió el marcador con un golazo que le duró solo ocho minutos. Se fueron al descanso igualados y el trámite del partido en la etapa final estuvo más marcado por el agotamiento físico de ambos equipos, más que por temas tácticos y futbolísticos.
Ahí, Rusia se veía más armada que Croacia, que con su arquero lesionado y un Mandzukic muy disminuido en ofensiva, igual se las arregló para dar pelea. Lograron ponerse adelante en el marcador en el alargue, pero el local igualó con pelota detenida y llegaron así a los penales, la misma vía que llevó a ambos elencos a Cuartos de Final.
Desde los doce pasos Croacia tuvo mayor fineza que el local y se instaló en semifinales. Meritorio lo de Rusia de todas maneras. Pocos imaginaron que avanzarían tanto.
Francia levantó la copa del Mundial que organizaron ellos mismos en 1998 e Inglaterra hizo lo propio en 1966. Son los únicos títulos mundiales que ostentan las selecciones adultas de ambos países y que podrían repetir este año. Bélgica y Croacia nunca han ganado el Mundial. De hecho, actualmente están igualando sus mejores presentaciones históricas. Los belgas fueron cuartos en 1986, mientras que los croatas terceros en 1998.