Han logrado todo en su carrera. O casi todo. Tienen balones de oro, Champions League, un montón de campeonatos nacionales y premios individuales. Pero hay una copa que, aparentemente, ni Cristiano Ronaldo ni Lionel Messi pudieron levantar. Con 33 y 31 años, cada uno, ambos se despidieron del que pudo haber sido su último Mundial. Una jornada de gran fútbol con dos partidazos que deleitaron a todo el planeta, pero que dejó al máximo torneo  mundial sin los dos mejores del orbe.

Pura emoción

Puede convertirse en el mejor partido del Mundial. Francia era favorita ante Argentina para el duelo de ayer por la mañana. Eso sí, el equipo de Sampaoli fue un duro rival. Por lo menos hasta la mitad del segundo tiempo.

La gran figura, sin dudas, fue el delantero Kylian Mbappé. Tiene solo 19 años y seguramente el Mundial pasado lo vio en el colegio, pero ayer se consagró. Tuvo de cabeza a la defensa argentina con su rapidez, fue derribado por Rojo cuando iban menos de 15 minutos y abrió la ruta a la clasificación a cuartos de final.

Di Maria y Mercado ilusionaron a Argentina. Y mucho. Un golazo del “Fideo” antes del descanso y un gol del defensa cuando recién partía el segundo tiempo, con bastante suerte, le dieron la ventaja por 2-1 a Argentina.

Ahí vino lo mejor de Francia, que parecía algo nublada. Las dudas las despejó Pavard con un golazo desde fuera del área que puede ser hasta el mejor del Mundial. Luego, Mbappé se iluminó y eso le bastó al cuadro galo. Marcó dos goles que lapidaron a un equipo albiceleste que descontó con Agüero al final. Un partidazo.

Apretadísimo

Edinson Cavani fue el Mbappé de Uruguay. Con características muy distintas al francés, el goleador fue contundente al marcar en los momentos claves del partido. Uno fue al inicio de cabeza y otro en el segundo tiempo, minutos después del empate portugués que parecía poner todo cuesta arriba.

Cristiano no pudo hacer mucho. Fue neutralizado por la defensa de Uruguay y no pudo desequilibrar. Le dijo adiós al sueño mundialista.