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Cristiano y un partido de esos que crean leyendas

Por: Paulo Inostroza 16 de Junio 2018
Fotografía: Agencia UNO

España le puso un toque a Portugal. Un deleite a la vista, sin duda, cuando la pelota pasaba por Silva, Iniesta, Isco y compañía. Portugal, en tanto, tiene poquito, pero en sus filas está Cristiano Ronaldo y lo que hizo ayer el delantero de Real Madrid fue para anotarse en el libro de leyendas. Sí, porque no es exagerado decir que CR7, solito, le empató 3-3 al poderoso equipo ibérico.

Abrió la cuenta el crack luso, mediante lanzamiento penal. Luego, emparejó Diego Costa tras gran jugada personal, aunque en el comienzo de la acción hubo falta del delantero sobre Pepe, que el árbitro italiano Rocchi no vio. A poco de terminar el primer tiempo, David de Gea regaló un gol, cuando se le escapó un remate rasante débil del inspirado Ronaldo. España jugaba mejor y lo perdía por accidente. Así se fueron al descanso.

Y ahí vino la exhibición del cuadro de Fernando Hierro, que empató saliendo de un balón parado que sirvió Silva, pivoteó Busquets en el segundo palo y empujó Costa en la boca del arco. El fútbol español brotaba por todos lados, aparecían los laterales a las espaldas y Portugal simplemente se replegaba, pero nada pudieron hacer ante un bombazo de Nacho para el 3-2. Era merecido, pero Cristiano hizo lo suyo: se inventó una falta a dos minutos del final, cobró con tiro libre precioso y se llevó el balón para la casa. Cuarto mundial consecutivo marcando. Una leyenda.

Un triunfo como su historia

A primera hora, Uruguay ganó con su sello a un Egipto que no contó con su estrella Mohamed Salah y se refugió todo el partido, pero no pudo soportar el continuo ataque charrúa, que incluyó un tirazo de Cavani en el palo y dos situaciones claras erradas por un impreciso Luis Suárez. En la última, un tiro libre servido por Carlos Sánchez fue conectado, con precioso testazo, por José Marías Giménez. Fue 1-0, justicia en el marcador, y algarabía en este cuadro celeste que ya tiene un pie en segunda fase, pensando que le quedan Rusia y Arabia Saudita.

Y el otro juego de la jornada se definió de manera parecida, aunque aún más dramática. Marruecos siempre estuvo más cerca de vencer a Irán, hasta que el árbitro cobró un tiro libre en el minuto 95’. Zurdazo al primer palo y cabezazo de Aziz Bouhaddouz en su propio arco para desatar la locura del aparentemente más débil. El segundo día de Mundial tuvo de todo, con Uruguay, Irán y Cristiano Ronaldo como los más aplaudidos.

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