Deportista arribó ayer desde Hungría y fue recibida por el seremi del Deporte y el alcalde de Chiguayante. El lunes vuelve a las prácticas de cara al Mundial de agosto.
Dos ramos de flores y media docena de abrazos. Así, con la presencia del seremi del Deporte, Juan Pablo Spoerer, y el alcalde de Chiguayante, Antonio Rivas, además de sus familiares más cercanos, fue recibida ayer en el aeropuerto Carriel Sur, Katherinne Wollermann.
La princesa del agua llegaba procedente de Hungría, donde logró un nuevo hito en su carrera, colgándose la medalla de plata en la Copa del Mundo de Paracanotaje, su mejor puesto histórico en el evento.
Fue un viaje extenuante de 28 horas desde el Viejo Continente, que no consiguió quitarle su habitual entusiasmo a la deportista chiguayantina, que con la alegría de siempre se refirió a este éxito. “Antes dije que este torneo era una preparación para el Mundial de Portugal, así es que esto es un premio extra. Mi técnico lo esperaba, porque planifica todo y es protagonista casi tanto como yo. Siempre voy a lo que me diga el agua y a dar lo mejor, nada más”, comenzó.
“Fue una competencia más tranquila que otras, yo creo que la experiencia de competir seguido me da la tranquilidad que necesito para enfrentar bien cada desafío: planificarla, visualizarla y después hacer una carrera que ya corrí mentalmente, recordando siempre el mejor entrenamiento”, añadió.
En la ocasión, el seremi del Deporte, Juan Pablo Spoerer, indicó que “sentimos un tremendo orgullo, desde la institucionalidad deportiva siempre estamos pendientes de nuestros deportistas que salen al exterior. Ahora Katy nos entregó este maravilloso logro y, por eso, queríamos estar presentes”.
Felicitaciones a las que se sumó el alcalde de Chiguayante, Antonio Rivas. “Ella es una persona muy especial, construyó fortaleza a raíz de una crisis personal y para nosotros es campeona mundial y campeona ante la vida. Para mi gusto, Katherinne es el referente de chiguayantinos que queremos, capaz de salir adelante y de construir un proyecto de una persona feliz e integral”, manifestó.
Parabienes que la atleta agradece. “Feliz por el recibimiento, siento que recompensa mi esfuerzo diario y me confirma que cuando compito, estoy representando a un país entero. Siempre miro la vida con optimismo, me gustaría optar a algo más grande, no sé si campeona mundial pero ir a los Juegos Olímpicos me gustaría. Para eso se está entrenando y veremos cómo se dan las cosas, lo único certero es que siempre daré lo mejor de mí”, sentenció Katy.
A su lado, su entrenador, Ariel Rubilar, ya pone las próximas metas. “En Hungría ella hizo lo que proyectamos mejorando el ritmo de competencia, y bajando de sobre 100 a 85 paladas por minuto. El gran objetivo del año es el Mundial de Portugal en agosto y ahí debemos mantenernos y ojalá mejorar. Queda harto trabajo, por eso volvemos a las prácticas el lunes”, cerró.