¿A quién culpar? ¿Al destino o la mala suerte? En Huachipato no lo saben, pero solo conocen que con una victoria el próximo domingo a las 20:30 horas ante Curicó Unido, sin duda arreglarán un momento que desde hace un par de fechas se les ha hecho muy duro.
El golpe más fuerte, eso sí, no fue futbolístico. El fallecimiento de Joaquín, pequeño hijo de César Valenzuela, caló muy hondo en el acero. Con las dificultades que implica dar vuelta la página, en la usina ya se enfocan en un equipo que si uno mira la tabla, parece abordable, al estar duodécimos con once puntos de 39 posibles, pero que es uno de esos elencos que al verlos, dejan esa sensación que no juegan mal y merecen más puntos de los que tienen. “Hemos estado al debe y lo que viene será duro, no solo por el rival al que enfrentaremos, sino que por todas las circunstancias que nos han sucedido como equipo. Hay que salir adelante y dar todo para volver al rendimiento que tuvimos en las primeras siete fechas”, dijo el DT del acero, Nicolás Larcamón, agregando sobre Curicó Unido que “desde mi gusto futbolístico son un equipo que intenta jugar y tienen una propuesta similar a la nuesta, muy dinámica, fresca, agresiva e intensa, independiente del rival. Enfrentaremos a un rival respetable, pero en estos momentos estamos enfocados en lo que somos nosotros para salir de este momento al margen de todas las circunstancias que se nos han presentado. Estamos, ni más ni menos, a tres puntos del puesto que anhelamos de una clasificación internacional. Estoy muy confiado en las capacidades de este grupo de cara a lo que será el segundo semestre, recuperando piezas fundamentales”.
Huachipato es todo lo opuesto al momento del Campanil, por ejemplo. El acero acumula seis partidos sin ganar, aunque está lejos de ser un desastre y jugar mal. Aún así, ¿habrá ansiedad en el plantel e irán perdiendo confianza con los malos resultados? El DT de la usina comentó que “no creo que tenga que ver con eso. Cuando no se gana hay que encontrar los motivos y en el reconocerlos a veces vamos a encontrar esos lugares comunes como la emocionalidad, que el jugador está más nervioso o ansioso. Hasta hoy no percibí eso. Reconozco, eso sí, que hubo muchas circunstancias que han afectado a la fuerza del equipo. Las bajas de “Fede” (Pereyra) y el “Gato” (Valenzuela) representan una merma en el rendimiento y ahora se agrega lo del “Chino” y Huerta”. Hay que poner el pecho en este momento”.