En un duelo regular, el elenco siderúrgico alcanzó a evitar la derrota, pero sin convencer a su público, acumulando seis fechas sin triunfos y 17 puntos en la tabla.
Huachipato sufre amnesia de triunfos, y parece grave. Lo confirmó ayer en el Estadio CAP Acero, donde una vez más fue incapaz de sumar de a tres, en esta ocasión frente a Palestino. Peor aún, olvidó la contundencia que acompañaba a esa línea de juego que tantos aplausos sacó en el comienzo del torneo.
En esta decimotercera fecha de Primera División, los árabes parecían el rival ideal para levantar cabeza. Con tres derrotas consecutivas, los tricolores llegaban sintiendo la respiración en la nuca de los colistas del certamen, y tenían a su técnico, Germán Cavalieri, resistido por buena parte de la hinchada.
Ni aquello, sin embargo, facilitó la tarea de los dirigidos de Nicolás Larcamón, que carecieron de profundidad a lo largo de todo el compromiso. En ese sentido, vale señalar la temprana baja del delantero, Javier Parraguez, quien debió abandonar la cancha en el primer tiempo a causa de un golpe en el costado izquierdo de la cadera, con lo que desapareció buena parte de la referencia ofensiva acerera. Problema que fueron incapaces de solucionar tanto su reemplazo, Joaquín Verdugo, como sus acompañantes, José Caraballo y el panameño Gabriel Torres, que ha bajado su productividad las últimas fechas.
Tal como ocurrió en el penúltimo partido que igualó ante Iquique, en el norte, Huachipato debió sobreponerse a una desventaja, que logró sacarse de encima recién en las postrimerías del compromiso.
A los 58 minutos, un contraataque de manual que partió en los pies de Rosende permitió a César Cortés habilitar con un pelotazo largo a “Ribery” Muñoz, quien esperó el momento justo para ceder el balón a Diego Torres, que tras una larga carrera pasó a sus espaldas para conectar un zurdazo cruzado que dejó sin opciones a Lampe.
Premio al empuje, ya que pese a no crearse grandes ocasiones de gol, Palestino era más incisivo y directo a la hora de atacar.
En desventaja, Larcamón agotó los cambios, disponiendo el ingreso de César Valenzuela y Javier Urzúa, quienes nunca lograron encontrarse con Torres para incomodar al meta Darío Melo.
Pero cuando la escasez de ideas y la necesidad de marcar se mezclaban, dejando en neutro la ofensiva huachipatina, llegó el minuto 84’. Un tiro libre largo desde la derecha servido por Jimmy Martínez, permitió a Claudio Martínez sacarse la marca del siempre cumplidor Enzo Guerrero para, con empeine, embocarla de primera a boca de arco ante la desesperación de Melo, que nada pudo hacer para evitar el 1-1 que fue definitivo.
Lo único rescatable de la tarde en Talcahuano fue no perder. Porque si se mira el vaso medio vacío, las estadísticas dicen que Huachipato acumula seis duelos sin ganar y que le espera una durísima visita, a Curicó, en la fecha que se viene.