Conscientes de que hubo varios problemas entre las hinchadas de Fernández Vial y Ñublense, en el duelo de ida jugado en el Ester Roa, las autoridades encargadas de organizar el partido de vuelta la tarde del domingo en el Nelson Oyarzún, dispusieron nuevas medidas que tenían como propósito disminuir la violencia y apaciguar cualquier situación que atentara contra la tranquilidad del espectáculo.
Eso sí, aquello no tuvo resultados positivos. Los cientos de hinchas vialinos que viajaron desde Concepción a Chillán, fueron desalojados del estadio sobre el final con gran violencia y golpes, que fueron captados y grabados por algunos de los mismos hinchas asistentes al duelo.