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Valentina Viveros: A sus 9 años se luce en el atletismo de Adicpa

Por: Paulo Inostroza 30 de Abril 2018
Fotografía: Raphael Sierra P.

Sorprende de entrada por su estatura. No parece una niña de 9 años. Delgada y risueña, Valentina Viveros cursa Cuarto Básico en el Instituto Humanidades y tiene el biotipo perfecto para el atletismo. “Me doy cuenta cuando corro. Soy harto más alta que mis rivales y eso ayuda”. Además, lleva el deporte en la sangre pues es hija de Ricardo Viveros, el popular “Denver”, uno de los goleadores históricos de la UdeC.

La prometedora deportista cuenta que “empecé en gimnasia, pero veía siempre a los niños que hacen atletismo y como que me entusiasmaba. Quería meterme a correr, pero estaba en gimnasia y el año pasado ya me decidí y de a poco fui participando en competencias y cada vez me gustó más”.

Corre a su pieza para buscar sus medallas. No son pocas, pensando que lleva apenas un año compitiendo. “El año pasado corrí en el estadio Ester Roa Rebolledo, en el colegio Arturo Prat… Saqué dos oros en esa primera competencia, en la segunda llegué tercera, pero también logré tres oros y en la última del año saqué cuatro primeros lugares, un segundo y un tercer puesto”, relató.

Aun está descubriendo para qué especialidad es mejor, pero precisó que “me gustan los 50 y 500 metros planos. Son distancias más cortas y de harta velocidad, pero también me gusta el tema de la resistencia y vamos a ir probando. El profesor Miguel, del colegio, empezó conmigo y luego la ‘profe’ Daniela. Me han enseñado hartas cosas, la forma de correr, de ganar velocidad y también resistencia, el salto largo, que también me gusta. Hay cosas bien técnicas que uno no sabe cuando entra, que es porque a uno le gusta no más”.

Y ya le han dado varios consejos, más allá de aspectos técnicos. “Me dicen que coma harta fruta después de correr, que me hidrate harto. No me han prohibido nada de comida, pero uno sabe que no puede excederse en ciertas cosas”.

Tiene claro que su biotipo es inusual en Chile y señala que “sé que soy alta. O sea, soy la más alta del curso y también entre las corredoras. Ayuda mucho en el salto largo y al correr también. El resto es trabajo. Me gustaría ir un día a los Juegos Olímpicos. Es un sueño, pero estoy empezando y trabajando bien y entrenando todo es posible”.

Ricardo mira orgullos cómo su hija se desenvuelve con la grabadora delante. Tiene cancha. Valentina advierte que “mi papá ha sido importante y me dice siempre que siga mis sueños, que si un día pierdo no me preocupe, que entrene harto y me divierta. De repente salgo a correr con él… Algo corre todavía. Yo no alcancé a verlo jugar cuando era delantero, pero sí he visto sus videos, haciendo goles y me pone feliz saber que era bueno para el fútbol”.

Valentina pertenece a una generación que cuesta entusiasmar con la actividad física. La incipiente atleta afirma que “en el colegio andan todos con el celular para acá y para allá. Yo trato de motivarlos a jugar a la tiña, a la escondida. Tengo hartos compañeros que le gusta el fútbol y la gimnasia y eso está bien. Somos dos solamente nos que nos metimos en atletismo”.

Con babero puesto

Ricardo, el papá, tiene fe ciega en su niña y explica que “nunca le inculcamos el deporte porque nos gustara a los papás. Le gustó de manera natural, tiene condiciones innatas y siempre estamos para apoyarla y guiarla porque vemos que el atletismo le gusta mucho”.

El ex goleador agregó que “como papá, es motivador verla contenta. Más allá de en qué lugar llegue, quiero verla desarrollándose, aprendiendo, feliz… Y, quién sabe, en una de esas tenemos acá a la nueva Isidora Jiménez. Vamos a la universidad a trotar y entrenamos juntos. Siempre le hablo de las derrotas, de que no se frustre porque de todo se saca una lección y hay que levantarse rápido. Muchas veces, debes pararte solo y sin esperar que siempre te dé la mano alguien. En el colegio también anda bien… Ahí salió a la mamá. Como hija igual es un siete, así que cómo no la vamos a apoyar”.

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