Camilo Olivares, atleta: Saltos que aspiran a ser el recambio en pistas chilenas
26 de Marzo 2018 | Publicado por: Samuel Esparza
Su filosofía es ir paso a paso, por más que sus saltos lo avalen como una de las nuevas grandes cartas del deporte nacional. Algo que quedó de manifiesto con una gran temporada 2017, que lo hizo acreedor a ser reconocido como el mejor atleta masculino de la Agrupación Deportiva de la Educación Superior (Adesup).
Como la mayoría de quienes hoy brillan en el salto, Camilo Olivares (24) comenzó en la velocidad. Los 100 metros planos fue la prueba que lo recibió en las pistas locales, hasta que un día, viendo a otro atleta haciendo salto largo, le gustó el estilo y la técnica. “Siempre pensé que podría tener condiciones y se lo comenté a mi entrenador. Con el tiempo, empezamos a practicar velocidad y un poquito de salto largo. En las primeras competencias me fue bien, empecé a saltar lejos y a ganar torneos rápidamente. Fue como un impulso, así que decidí seguir este camino”, comenta sobre su cambio de disciplina.
Fue bajo el alero de su entrenador y formador, Edgardo Molina, que comenzó a especializarse en la pista de Los Sagrados Corazones y a destacar en el circuito regional. Clasificó al Sudamericano Juvenil de Colombia, donde se trajo la medalla de oro y su nombre ya se hizo reconocido.
Por eso, a la hora de escoger estudiar Ingeniería Civil Industrial, las puertas de la Universidad del Bío Bío se le abrieron de par en par. Ahí, el reputado profesor Jorge Grosser, le ofreció una beca completa, con lo cual cumplió el deseo de estudiar y entrenar al mismo tiempo.
El futuro a sus pies
El trato del atleta chorero con la UBB, comenzó a rendir frutos casi de inmediato, ganando un par de nacionales con positivas marcas. El trabajo de Edgardo Molina en conjunto con Daniel Camousseigt, a cargo de fortalecerlo físicamente con intensas sesiones de pesas, le dieron el marco preciso para dar el gran salto en 2017, tal como el mismo reconoce.
“En general, tengo suerte de tener muy buenos entrenadores, y para llegar a ser bueno, hay que practicar con los mejores. El año pasado clasifiqué al Sudamericano Adulto a mediados de año, al que era muy complicado acceder porque exigían una marca muy superior a la que yo tenía registrada”, sostiene.
A lo anterior, sumó además la clasificación a las Universiadas de Taipei, instancia que, a su juicio, marcó su carrera. “Fue una experiencia increíble. El campeonato se llama mundial universitario, pero de universitario tiene muy poco. Son todos atletas profesionales y la mayoría olímpicos que compiten por su universidad. El nivel es muy alto y creo que la evaluación es excelente, aprendí muchísimo”, asevera.
Son esos motivos que lo llevan a hacer un positivo balance de la temporada pasada. “Creo que el 2017 fue un buen año en cuanto al rendimiento deportivo, ya que se cumplieron todos los objetivos. Con mi entrenador, nos propusimos modificar un poco el entrenamiento, profesionalizándolo aún más con la meta de clasificar al Sudamericano y al Mundial Universitario, logrando ambas cosas. Por esa parte, todo es positivo”.
“Nos faltó un poco en cuanto a las marcas, cuando uno compite siempre aspira a lo máximo, yo no me pongo techo y trato de saltar lo más posible. Pero finalmente depende de factores externos e internos de cada competencia”, añadió.
Temporada de desafíos
Este 2018 partió con el pie derecho para Camilo Olivares, pues conquistó el tercer lugar del salto largo en el Nacional Adulto de Especialidades, realizado en el estadio San Carlos de Apoquindo hace unos días. Resultado que le dio pasajes para el Grand Prix Sudamericano de Cuenca, Ecuador.
Al respecto, el deportista comenta que, “siempre uno quiere lograr el primer lugar, no siempre se puede. Pero este Nacional fue la primera competencia del año, está recién empezando la temporada de competiciones y es bueno partir con esta marca. Ahora mi objetivo está en poder lograr una buena marca, pues este torneo internacional es selectivo para clasificar a los Juegos Suramericanos de Cochabamba Bolivia”, dice. Olivares explica, además , que el Grand Prix es uno de los varios campeonatos que se vienen donde podrá sumar puntos para lograr alcanzar un lugar en la competencia de Bolivia.
“La marca para Cochabamba es 7,87 metros, muy exigente y yo tengo 7,63. Pese a ser complicado estoy convencido que la puedo lograr. Desde octubre de 2017, cuando empezamos la temporada de entrenamiento, hasta ahora que no he tenido verano, descanso ni vacaciones, estamos trabajando para clasificar a los Odesur”, enfatiza.
Y concluye, “otro objetivo es el Iberoamericano de Trujillo, Perú, otro tremendo campeonato de nivel panamericano, con atletas de altura mundial. Estamos haciendo todo lo posible para ir y una vez estando allá, tener una buena actuación. Espero lograrlo”, cierra el deportista que es apoyado en su carrera por Aliocha Cheuquen y Kinetic.