El tenis de mesa es uno de los deportes que, históricamente, siempre ha criado importantes nombres en nuestra zona que con el tiempo han dado qué hablar internacionalmente. Bío Bío es cuna de paletas y cada torneo de menores es la posibilidad de descubrir un nuevo talento en potencia. En 2017, Adicpa realizó cuatro campeonatos para definir los 120 que jugaron el Master a fin de año y determinar a los mejores por categoría. Este es el balance después de tantos partidos y tantos colegios midiéndose frente a frente, mirándose a los ojos.
Carlos Vega es coordinador del tenis de mesa a nivel Adicpa y contó que “todos los años hacemos una reunión al inicio de temporada para ver y calendarizar el año completo. Ahí ponemos fechas que no se topen con ninguna eventualidad, como celebraciones, fines de semana largo y, por lo general, podemos cumplir un noventa por ciento de esa planificación, pues siempre hay algunos imponderables que no podemos manejar con tanta anticipación. Se realizaron dos torneos por semestre y, la idea, es que los chicos jueguen la mayor cantidad de partidos posible. Por eso se juega en grupos de tres y avanzan dos”.
El encargado de esta disciplina detalló que “estamos divididos en las siguientes categorías: Primero a Cuarto Básico, Quinto y Sexto, Séptimo y Octavo y Enseñanza Media, en damas y varones. Cuatro torneos en cuatro categorías, es organizar 16 torneos por temporada. Para eso requerimos gimnasios y los que generalmente se utilizan son los del Colegio Concepción San Pedro, que tiene buena infraestructura y sus autoridades siempre tienen la mejor disposición para facilitar sus instalaciones. Cuando por algún motivo no se ha podido ocupar ese establecimiento, hemos recurrido al Colegio Salesiano, que nos ha prestado su gimnasio, al igual que el Instituto Humanidades”.
Nombres propios
Vega destacó el nivel competitivo de la última temporada y resaltó que “dentro de lo que es la consolidación de algunos jugadores, hay cosas que se han hecho bien. Hay otros chicos que llegando a Cuarto Medio han parado un poco la máquina, venían con muy buenas proyecciones, pero quedaron ahí nomás. Los chicos de Primero a Cuarto, Quinto y Sexto, y Séptimo y Octavo tienen un alto nivel competitivo, tanto así que de ahí salieron los representantes para los Juegos Nacionales, que luego fueron a la etapa regional. Estaban Gabriel Romero del Instituto Humanidades, que estuvo en la fase provincial, también Ignacio Fariña del Colegio Inglés y Joaquín Martínez del Colegio San Cristóbal”.
Cada gimnasio es como escuchar cien relojes al mismo tiempo haciendo tic tac. Música para los amantes del tenis de mesa. El coordinador de este deporte advierte que “el número de participantes no ha variado mucho de un año a otro y siempre es una misma cantidad, aunque hay ciertas limitaciones para las competencias. Cada una debe realizarse en un día, con horarios establecidos y eso rige todo. Dependiendo la cantidad de colegios, definimos cuántos alumnos puede llevar cada establecimiento. Por lo general, en un evento de cada categoría el número de deportistas fluctúa entre 60 y 70, por eso cada temporada movemos cerca de 400 alumnos”.
Y hay establecimientos históricamente destacados. “Colegios, siempre participan los mismos o ha aumentado el interés y se suman otros: hay algunos que se han restado y otros se han sumado. Los colegios que siempre han estado son el Concepción San Pedro, Instituto Humanidades, Salesiano, Inglés, La Asunción, Colegio San Cristóbal, Concepción de Chiguayante y Pedro de Valdivia. Hay otros que participan con cierta intermitencia, como el San Agustín, Fraternidad, Almondale Lomas y San Pedro, Los Acacios. En general, son entre 12 y 14 colegios los que participan”, explicó.
Y ya se está planificando el 2018 con el primer objetivo de repetir lo bueno, pero siempre ir sumando cositas. Vega señaló que “ya estamos empezando a mandar cartas a los rectores para que se puedan abrir nuevos gimnasios. A lo mejor en 2018 podemos contar con el Liceo La Asunción para hacer algunos eventos y expandiendo todo esto. Para algunos niños ver un torneo puede ser motivante, los incentiva a jugar y por eso es bueno poder llevarlos a colegios donde habitualmente no se realizan torneos. Esa es nuestra meta. Antes, hace 15 o 20 años, participaba el Arturo Prat, la Escuela de Grumetes y queremos volver a eso”.
