En el papel, asomaba como un escollo durísimo, nada fácil para asegurar la localía. En cancha fue otra cosa y, aunque la llave no está definida ni nada parecido, la UdeC demostró su poderío y se inyectó un golpe de confianza con el doble triunfo de este fin de semana sobre Universidad Católica, que no contó con Aaron Nelson, su gran figura. Ventaja de 2-0 para viajar a Santiago a intentar cerrar la serie al mejor de 7 partidos e instalarse en las finales de Conferencia.
El primer partido fue más parecido al último de la serie regular, ese que definió cuál de los dos clasificaría directo a semifinales. El sábado, la UdeC se impuso por 82-75, con 21 puntos de Tracy Robinson y 21 de Alexander Morillo. Diego Silva aportó 17.
Al día siguiente, la victoria local fue avasalladora, con marcador de 88-55. Agustine Okosun fue la mejor mano del vencedor con 18 puntos y 11 rebotes en apenas 22 minutos. La holgada y temprana ventaja conseguida por el cuadro auricielo permitió que Hernán Madrid rotara jugadores con comodidad para dar descanso a sus principales estrellas.
La UdeC necesita ganar dos partidos más para llevarse la serie y enfrentar al que supere la llave entre Puente Alto, y Los Leones. Esta temporada enfrentaron 4 veces a la UC y vencieron en 3 encuentros. Da para sacar cuentas alegres, pero nada peor que confiarse y sentirse con el botín en la mano.
El técnico Alfredo Madrid comentó que “conversamos antes del partido sobre la identidad que necesitamos y esa identidad es la defensa. Mientras defendamos como los hicimos en este segundo partido todo nos saldrá bien. Ahora, viene otro descanso que tal vez nos pueda incomodar o sacar un poco de ritmo, pero hay que tratar de estar a tono, respetar a Católica y salir a jugar en Santiago tal como lo hicimos acá”.
Y el tema defensivo no es menor. En ese segundo juego, Malik Morgan -el mejor de la UC en el encuentro del sábado- apenas consiguió 2 puntos. En el último cuarto, la visita solo logró 6 positivos y 21 en todo el segundo tiempo. Canasto cerrado. ¿Otra prueba? Fernando Schuler promedió apenas 10 puntos en este inicio de llave.
Carlos Lauler aportó 8 puntos, 8 rebotes y 4 asistencias en la aplastante victoria dominical, y se mostró sorprendido por los números. El jugador que disputó 15 minutos esa noche señaló que “igualmente nos costó un poco en los dos primeros cuartos. Católica es un muy buen equipo, pero cuando nosotros imponemos nuestra intensidad se nota. Sacamos una pequeña ventaja en ese primer tiempo y cuando nos arrancamos seguimos estirándola hasta cerrar el partido. También me pone feliz que hayamos jugado todos, muchos chicos que lo hicieron bien y que te demuestran que hay una banca donde pueden jugar todos. Los chicos no arrugaron y merecíamos algo así, porque nos sacamos la cresta toda la semana”.
Diego Silva fue vital en el primer encuentro -el más complicado- y aportó 9 puntos en el segundo. El armador del Campanil advirtió que “el marcador refleja todo lo bueno que hicimos y eso nos deja contentos. La gente se fue feliz y sabemos que tenemos un buen equipo. Ahora, hay que seguir en la misma, porque no hemos ganado nada y tenemos que ir a quitarles un partido al menos allá en Santiago para seguir en carrera. Va a ser difícil, pero tenemos una gran posibilidad de pasar a la final”.
Los próximos duelos entre estos quintetos universitarios están programados para el 3 y 4 de marzo en el gimnasio del club Palestino. La UdeC ya hizo la mitad de la pega.