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La sólida temporada que tuvo el vóleibol de Adesup

Por: Carlos Campos 19 de Febrero 2018
Fotografía: Gentileza Oscar Muñoz.

No es tan masivo como otros deportes, pero el vóleibol agradece la gran participación que reúne año a año en las temporadas Adesup.

En categorías damas y varones, entrenadores de los principales y protagonistas equipos de la zona realizaron un positivo balance de lo que fue el 2017 no sólo para sus elencos, sino que para una disciplina que ha crecido bastante y tiene en Bío Bío un importante núcleo de jóvenes estudiantes que sueñan y se ilusionan con más.

UdeC fue uno de los elencos que destacó en 2017. De la mano del entrenador Guillermo Jiménez, el Campanil se quedó con el primer lugar femenino y masculino a nivel local. “Para nosotros fue un año positivo, porque pudimos cumplir con gran parte de los objetivos que nos planteamos. Lo que más resalto es la evolución que tuvo el equipo en las diferentes competencias en las que estuvo participando”, valoró el estratega auricielo, sobre los tres torneos que el Campanil disputó en 2017.

“Participamos en Adesup a nivel regional, en el Nacional Universitario y a nivel federado tuvimos que empezar desde la Liga A3, todo eso en damas”, señaló Jiménez.

Aquella liga, si tuviese un símil, sería como la tercera división. UdeC la ganó y clasificó a la LigaA2, que también consiguió y le permitió llegar a la Liga A1. Ahí se instaló en la final, donde cayó ante un equipo que, a nivel nacional, es potencia: Boston College. “Ellos ganaron de manera invicta la liga con jugadoras reconocidas en el país y con un cuerpo técnico muy bueno. Creo que fue un año positivo. Quedamos contentos, con ganas de seguir mejorando y superando los resultados que conseguimos en 2017”, agregó el director técnico del Campanil.

¿Y en varones?

Rompimos una paternidad de la Católica (Ucsc) que llevaba más de 10 u 11 años a nivel regional. Sin embargo, en el Nacional Universitario, no cumplimos con el objetivo que teníamos, que era meternos en semifinales. Aun así el volumen de juego del equipo mejoró”, repasó Jiménez.

A nivel federado, UdeC ganó la Liga A3 y se metió en semifinales de la Liga A2, donde se ubicó en tercer lugar. “El desafío para este año es ganar la Liga A2, meternos en la Liga A1 y llegar a semifinales en el Nacional Universitario. A nivel de resultados, los objetivos 2017 nos dejan más que conformes y a nivel grupal también. El equipo cumplió con todas las expectativas y, tanto en damas como en varones, hubo un tremendo nivel de compromiso. Fue un año duro deportivamente, porque jugamos muchas competencias y la mayoría respondió a esa exigencia. Todo eso fue consecuencia de los buenos resultados que pudimos obtener”, destacó el entrenador de la rama de voley de UdeC, importante protagonista de las competencias regionales en la temporada anterior, con logros que ilusionan a sus dirigidos de cara a la temporada de este año.

Siempre arriba

No muy distinto es el análisis de Julio Orellana, entrenador de la rama de voley de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, casa de estudios que junto a UdeC pelearon palmo a palmo los títulos en damas y varones.

“En la fase regional se ha marcado clara tendencia, en el último tiempo, a dos universidades que llevan el liderazgo en el plano competitivo, tanto femenino como masculino”, recalcó Orellana, sobre UdeC y Ucsc, que son los equipos que normalmente están representando a la Región en las ligas nacionales. “A mi modo de ver, esa es la parte más importante que tiene la competencia dentro de nuestra institución”, agregó el entrenador sobre su elenco que, si bien a nivel local no logró el título, sí se instaló en la final nacional.

Orellana añadió que “en relación a la competencia no hubo grandes variantes. Estamos conformes. En 2017, en el caso del voley masculino, se dio la situación de que UdeC, tras muchos años siendo segundo, ganó el torneo local”.

¿Por qué se produjo aquello? El DT señaló que “claramente, hay un recambio de jugadores que provocan que esto se equilibre y se modifiquen los liderazgos Esa fue un poco la tendencia para la Ucsc, que en 2017 fue distinta y ganó UdeC. Para mí, como entrenador, fue algo complicado la verdad, pero no le dimos mucha importancia, porque nosotros como vóleibol masculino nos enfocamos normalmente en la Liga Nacional. Luchamos, por un lado, la clasificación a nivel local, pero después buscamos el mejor resultado nacional, que ha sido lo que ha ocurrido hace bastantes años”.

¿Y cómo les ha ido? Ucsc ganó en 2015 y, en los últimos dos torneos, jugaron la final. “Eso es lo que a nosotros nos importa. Hubo gran recambio de jugadores, a través de los años, pero nuevamente estamos en el plano más alto de la competencia. Quedamos tranquilos, tratando de resaltar nuestro trabajo y representar bien a la Región”, sentenció Orellana, sobre un plano local que mantuvo la tónica y se dio la situación que normalmente ocurre, con las dos universidades que tradicionalmente luchan por el campeonato.

Poco que envidiar

No es un misterio que fútbol y básquetbol concentran gran parte del interés estudiantil a la hora de practicar deporte universitario. Eso sí, el voley no se queda atrás.

“El volumen de formación que acá tiene, no es menor, sobre todo en las damas. En Concepción hay un buen desarrollo del vóleibol femenino y, a lo mejor, la tarea pendiente está en varones, pero en el resto del país como Santiago, Viña del Mar, o más al sur, hay un trabajo importante en ese aspecto. Podría ser mejor, pero el voley a veces es un deporte que cuesta captarlo, a diferencia del fútbol y el básquetbol que tienen una aceptación social un poco más natural”, comentó Guillermo Jiménez, entrenador de UdeC, añadiendo de todas maneras que “creo que el voley ha ido evolucionando. En varones hemos clasificado a tres mundiales juveniles, estuvimos a punto de pasar a los Juegos Olímpicos de Río, donde los primos Grimalt en el voley duplas clasificaron. Hay un desarrollo y apoyo importante para las selecciones”.

Julio Orellana profundizó en el análisis. “UdeC, comparada con la Ucsc, por el nombre, dimensión, gran cantidad de alumnos y su relevancia, por sí sola es muy atractiva. A nosotros se nos hace un poquito más difícil porque tenemos que dar mucha pelea para traer jugadores de buen nivel. Después viene el trabajo, no es sólo tener jugadores o personas, hay que desarrollar un plan y llevarlo a cabo, haciendo del deportista un jugador competitivo. Da entusiasmo que llegue gente joven porque a uno le replantea metas de trabajo y desarrollo para poder potenciar y llegar a los niveles que normalmente estamos acostumbrados”, aseguró el DT de la Ucsc.

De cara a este año, el objetivo de ambos es claro. “Esperamos sostener, con trabajo, el rendimiento de lo que hemos venido haciendo por más de una década”, cerró Orellana, mientras que Jiménez sentenció que “la idea es mejorar lo realizado en 2017. Con responsabilidad y compromiso de todos, al final los resultados llegan solitos”.

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