Como una experiencia digna de repetir calificaron los participantes de la primera Regata Familiar organizada por el CDE Inger, en San Pedro de la Paz.
Un total de 11 regatas, sobre una pista de 250 metros, conformaron el atractivo desarrollo de las nerviosas tripulaciones que manejaron los botes singles y doble par con tripulaciones tanto de damas como de varones.
Una instancia donde no importaron los cronos ni la clasificación alcanzadas en la meta. Lo que verdaderamente valió fue competir alegremente entre hermanos, primos, padres, hijos y abuelos, es decir, en un ambiente plenamente familiar.
“Muchas gracias por permitirme haber remado junto a nuestros hijos”, testimonió un padre al bajarse del bote, mientras otra participante decía con satisfacción que, “deberían repetir tan agradable competencia”.
Hubo eliminatorias y finales, aunque no ganadores, porque sólo importó competir. Para la historia de la novedosa actividad quedarán los binomios de Josefa y Fabiana Ceballos; Amanda y Braulio Araneda; Héctor Bascur, Cristóbal Valenzuela , José Pablo Ureta, Diego Cataldo, Tania Llancafil, Rocío Fonseca, Javiera y José Ossa; Matías Cárdenas, Óscar Llancafil, Javier Concha y Juan Labra, quienes junto a con sus padres, fueron los grandes animadores de la innovadora justa remera.
El entrenador Carlos Alarcón Irribarra, mentor de la inédita competencia, se refirió a la motivación de organizarla. “El primordial objetivo fue integrar a los padres y familiares de nuestros menudos remeros en nuestra tarea formativa. Una manera para que la familia en su conjunto se comprometa aún más en el apoyo que les brindan a diario a los deportistas en sus difíciles y tesoneros entrenamientos”, explicó.